Los ganaderos se niegan a matar reses ante las medidas sanitarias

La Asociación Nacional de Productores de Carne de Vacuno (Aprovac) comunicó ayer su decisión de renunciar a matar reses a partir del próximo lunes y de paralizar el mercado de carne, en protesta por las recientes ordenanzas sanitarias que obligan a los productores a realizar determinadas actuaciones con la carne procedente de países con riesgo de haber sufrido el mal de las vacas locas. La norma del Ministerio de Sanidad, promulgada el pasado 15 de mayo, obliga a los productores de bovino a separar la columna vertebral de las reses procedentes de Francia e Irlanda. Aprovac asegura que paralizará "todos los mercados, mataderos y salas de despiece" por considerar que esta operación entraña grandes dificultades y exige trabajar "de sol a sol".

Los ganaderos recuerdan en su comunidado que el Gobierno español es el único en imponer esa obligación.

La orden ministerial del 15 de mayo prohibía introducir en España determinadas vísceras y órganos de Reino Unido, Irlanda, Portugal, Francia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Suiza y Liechtenstein, como medida cautelar de protección frente a las encefalopatías espongiformes conocidas como el mal de las vacas locas.