Los controladores rechazan hacer horas extras porque están "sobrecargados"
El director de Navegación Aérea, Gaspar de Vicente, reconoció ayer "falta de motivación" entre los controladores para hacer horas extras. El sindicato de este colectivo, USCA, que negocia durante esta semana con AENA nuevas ampliaciones de jornada, advirtió que se han puesto un "límite para no sobrecargarse " y que si no se llega a un acuerdo "no se va a poder pedir cooperación a la plantilla". El PSOE afirma que el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, tendría que comparecer en el Congreso "sin necesidad de ser convocado".
De Vicente reconoció ayer que existe "falta de motivación" en algunos controladores aéreos para realizar horas extraordinarias -aunque no especificó si no quieren hacer más horas o no hacerlas al precio que se les ofrece, que tampoco detalló-. No obstante, aseguró que la "probabilidad" de que se repita la situación del pasado domingo en Palma de Mallorca (cuando un sólo controlador tuvo que operar los 168 vuelos previstos para esa noche) "tiende a cero, porque ahora tienen la presión del sistema, del resto de los controladores y de la sociedad". El sindicato de controladores, USCA, que negocia durante esta semana con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) nuevas medidas para ampliar su jornada, advirtió de que "el colectivo se ha puesto un límite para no sobrecargar la jornada". El portavoz del USCA, Eduardo Maury, en declaraciones a Europa Press, señaló que "es necesario encontrar una solución a la falta de controladores, porque, de otro modo, no se va a poder pedir la colaboración de la plantilla". Además, negó que los controladores estén realizando huelga de celo.
Esa falta de motivación provocó, según De Vicente, que de los cinco controladores que debía haber en la torre de Palma sólo estuviera el supervisor. Uno de ellos estaba de baja por enfermedad; otro cayó enfermo esa noche, y los dos previstos para servicios modulares (horas extraordinarias) no se presentaron "porque no tienen obligación de hacerlo", señaló De Vicente. "Las horas extraordinarias son voluntarias", manifestó. "Esto no es una huelga de celo".
De Vicente precisó además que "no hubo un solo controlador en la torre, como se ha dicho". "Estaba también el jefe de la torre, aunque por cuestiones de convenio no es operativo". Explicó que sólo ante situaciones de "verdadera emergencia" el jefe de sala puede dar salida o entrada a los aviones en el aeropuerto.
Pese a la aparente escasa importancia que AENA dio a este incidente, el director del aeródromo de Palma, Pedro Meaurio, ha sido destituido. No obstante, AENA afirmó que los relevos anunciados hoy en Palma y Málaga "son ajustes ya previstos".
Ante la posibilidad de que la desgana que sufrieron el domingo los controladores de Palma se extienda a controladores del resto de aeropuertos, De Vicente aseguró que el riesgo es mínimo. "El déficit de controladores está cubierto con alargamientos de jornada en la mayoría de las torres y centros de control". Incluso se mostró más que optimista: "Aunque no llegáramos a un acuerdo con los controladores, el tráfico será más fluído este verano que el anterior". A pesar de su convicción, hizo una llamada a la "responsabilidad" de los controladores para que en el verano reine la "tranquilidad".
El director de Navegación destacó también los datos de Eurocontrol, que dejan a los aeropuertos de Madrid y Barcelona fuera de la lista de los aeródromos europeos más afectados por los retrasos. "La mayoría de los vuelos serán puntuales, y si a un señor le toca un retraso, pues mala suerte", afirmó. "Si te coge, te coge".
Nueva comparecencia
Ante esta situación del control aéreo, el portavoz de Transportes del Grupo Parlamentario Socialista, José Segura, manifestó que Arias-Salgado debería comparecer en el Congreso "esta vez sin necesidad de ser convocado". Segura destacó que es "indignante" la actitud del ministro porque "se siguen produciendo retrasos y ya no existe la escusa ni de la guerra en Kosovo, ni del conflicto con los pilotos". Por otra parte, la dirección de Iberia y los pilotos de Aviaco alcanzaron ayer un acuerdo para la integración de los escalafones de ambas compañías, último obstáculo para su fusión. El acuerdo supone que los pilotos de ambas aerolíneas tendrán un escalafón único con los mismos derechos y categorías, aunque los pilotos de Aviaco que lo deseen podrán mantener el escalafón que tienen actualmente hasta su jubilación.
