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GUERRA EN YUGOSLAVIA: Acuerdo para la retirada

Belgrado celebra con tiros su "triunfo"

Los habitantes de la capital serbia expresan su alivio por el fin de un conflicto que ha causado 5.000 muertos

, ENVIADO ESPECIALRáfagas de fuego automático retumbaron anoche en Belgrado, Pristina y otras ciudades minutos después de que la televisión serbia anunciara el "triunfo moral" de Yugoslavia sobre la OTAN al término de una devastadora campaña de 78 días de bombardeos, que el presidente Slobodan Milosevic va a tratar de presentar ahora como una victoria. El júbilo en las calles era apenas perceptible. Grandes sectores de Belgrado permanecen sin luz eléctrica tras la destrucción de la mayoría de las centrales. Los disparos al aire eran elocuentes muestras del ambiente de festejo espontáneo, pero también de rabia, entre una población sometida a los peores bombardeos desde la II Guerra Mundial. Según cálculos no confirmados, el conflicto con la OTAN ha producido unos 5.000 muertos y el doble de heridos. La primera reacción anoche fue de alivio. La televisión serbia reprodujo las palabras del general británico Mike Jackson y las de su contraparte yugoslava, Suvetzozar Marinovic. Este último puso énfasis en que el acuerdo logrado ayer en la frontera con Macedonia pone de manifiesto "la política de paz del Gobierno federal de Yugoslavia y del presidente Slobodan Milosevic" y destacó que la fuerza de paz vendrá "bajo los auspicios de la ONU". Esa frase dió la pauta de cómo va a moverse la maquinaria propagandística serbia para intentar convencer a la opinión pública de que Yugoslavia ha resistido heróicamente "una agresión de los Ejércitos mas potentes del mundo". Es más, va a alegar que Yugoslavia no ha perdido la soberanía sobre Kosovo (omitiendo, por supuesto, el hecho de que la provincia de mayoría albanokosovar va a convertirse en un protectorado internacional durante años. Uno de los primeros políticos en aplaudir el acuerdo fue el ministro sin cartera Goran Matic, dirigente de Izquierda Unida, el partido que preside Mira Markovic, la esposa de Milosevic. "Es una prueba de la voluntad de paz de Yugoslavia", declaró. Le siguió Vuk Draskovic, el recientemente destituido viceprimer ministro y jefe del Movimiento de Renovación Serbio, quien afirmó que Yugoslavia "puede ahora aspirar a unificarse con Europa y reparar sus vínculos con Estados Unidos". Pero tanto Londres como Washington han insistido en que, cualquiera que fuera el desenlace de las conversaciones de paz, es impensable entablar una relación con el jefe de un Gobierno que ha sido acusado de crímenes de guerra. Políticos de diversos partidos van a comenzar a pronunciarse en favor de una "reconstrucción política y democrática", algo que conlleva el no muy disimulado interés de remplazar a Milosevic, ya que su alejamiento del poder es condición indispensable para que comience a llegar ayuda a la arrasada Yugoslavia. Cifras oficiales colocan el monto de los daños de la campaña aérea aliada en unos 100.000 millones de dólares (unos 16 billones de pesetas), amén del devastador efecto social causado por la destrucción de fábricas, que ha dejado sin empleo a medio millón de trabajadores. Milosevic había demostrado ayer su intención de dar credibilidad a su palabra, cuando su Gobierno anunció escuetamente el repliegue de una unidad de la policía especial serbia de Kosovo hacia la población de Jagodina, al sur de Belgrado. Coindidió con declaraciones de la OTAN en el sentido de que a lo largo de la jornada se habían detectado algunas maniobras de repliegue.

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