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El periodismo "glups"

"Mi trabajo consiste en ser un hombre libre y macarra". Lo afirma Guillem Martínez (Cerdanyola, 1965) en el prólogo de Grandes Hits (Mondadori), recopilación de crónicas aparecidas en este diario. Atención, pues, facultades de Ciencias de la Información: nueva definición del oficio habemus. Explicación de lo anteriormente publicado: "El periodismo es escritura, literatura. Yo soy escritor, puesto que ejerzo el periodismo. No entiendo por qué las biografías de los escritores suelen explicar que el sujeto en cuestión ha ejercido todo tipo de oficios, desde repartir pizzas a montar estanterías a domicilio, salvo el oficio de escritor. El periodismo implica fabricar un punto de vista. De ahí que deba de esforzarme en construir mi libertad para ejercerlo". "Mi trabajo consiste en vincular un mundo inconexo. El mundo es inconexo y yo me siento ante la obligación de vincularlo. Esta pretensión tiene algo de macarra, claro. Pero se puede hacer de diversas maneras. La más frecuente, por aquí abajo, es la del periodismo indignado que cree estar en posesión de la verdad, el periodismo Cope. El que yo practico procura ser un periodismo que no va a misa, abierto al diálogo ". "Utilizar la primera persona es fundamental para esto. Me parece un acto de honestidad, una manera de preservar la libertad del lector, que de esta forma sabe con quién está hablando. Ahora bien, la primera persona en el periodismo español se utiliza generalmente para impartir doctrina o para promocionarse. No potencia el periodismo. En cambio, un segundo paso del yo periodístico es aquel que no plantea un sí o un no, sino que dice: "Yo sé esto". Es decir, valgo por lo que sé y digo en un diario, y no en función de la novela que promociono a través de mis artículos en un diario. Este libro de crónicas no remite a ninguna novela que yo haya escrito, porque no la he escrito. Ni tampoco siento la necesidad de hacerlo. Como escritor, me siento suficientemente recompensado con el periodismo". "Este yo periodístico que utilizo no soy exactamente yo: si lo fuera, no habría diálogo posible con el lector. Aunque es verdad que me parezco bastante. Es un yo literario, funcional para explicar el desconcierto que el mundo me produce. Y para practicar una opinión sincrónica. El Capità Puig me permite, a partir del fútbol, hablar de otras cosas que pasan a lo largo de la semana. Y hacerlo con cierta beligerancia, porque el mundo en que vivo no me gusta del todo". "En definitiva, el periodismo es gestionar un espacio para vertebrar mi pensamiento y hablar de mi generación y mi país. Partiendo de la insatisfacción, que es de donde parte el periodismo desde Diderot. Y con un objetivo principal: existir durante el desayuno del lector. Esto es, como dice Cruyff: "Subir banda, dar espectáculo". Cosa que no implica ser simpático. Me parece que, por aquí abajo, se confunde demasiado a menudo el humor con la simpatía, cuando el primero es beligerante y el segundo consiste en hablar sobre el vacío. El humor se cisca en lo políticamente correcto, mientras que la simpatía se basa en él". . "El problema de nuestro periodismo ha sido la falta de referencias, de maîtres à penser. Larra y Cadalso lo son. Fernando Savater un poco y Rafael Sánchez-Ferlosio también, aunque, por desgracia, se prodiga poco. La literatura española es muy antidemocrática, nuestra élites son poco leídas. Lo cual facilita, por otra parte, que con un programa mínimo de lecturas puedas ponerte al día muy rápido". Grandes Hits no es sólo un libro periodístico, como podría deducirse hasta aquí. En realidad, no es un solo libro; son dos. El segundo, que se regala con el primero, es un poema titulado Las palabras que inmortalizaron a la malograda Escuadrilla La Fayette. Dicha escuadrilla se formó el 18 de abril de 1916 y estuvo integrada por voluntarios norteamericanos que intervinieron en la Gran Guerra bajo pabellón francés. Voluntarios aventureros, unidos por un profundo sentido de la amistad. "La poesía latina era en un 70% sobre la amistad, la ética y el vino, mientras que sólo un 30% tomaba como tema central la sentimentalidad. Hoy, el 99% de la poesía es sentimentalidad. No veo por qué. Escribí poesía hasta los 22 años, cuatro volúmenes. Lo dejé cuando empecé a escribir profesionalmente. La idea de regalar con el libro este poema, escrito hace 12 años, fue del editor, y me pareció bien, porque hoy en día publicar poesía es un póquer extraño y desnaturalizado. No existen canales de emisión y recepción de la poesía. La poesía sirve ahora para adornar a un funcionario, para promocionarle a un consejero de cultura, pero por sí misma no existe. Por lo que se refiere al contenido, la aviación, desde pequeño, siempre me ha parecido una gran metáfora del hombre libre. Libre y macarra. Como el periodista".

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