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Los proveedores no han inventariado aún los aparatos médicos que sufrirán el 'efecto 2000'

El Insalud asegura que el 1 de enero ofrecerá los mismos servicios que cualquier otro día

Francisco Peregil

Ni el Insalud ni ninguna de las seis comunidades autonómicas con las competencias sanitarias transferidas tienen inventariados aún los aparatos médicos que pueden fallar por el efecto 2000. El Insalud había emplazado a las 350 empresas proveedoras de material a que ofrecieran antes de marzo un listado con todas las máquinas que necesitan revisarse o reemplazarse. De momento sólo ha contestado un 20% de ellas. "Vamos retrasados", reconoce José Luis Bozal, presidente de la Federación Nacional de Empresas de Instrumentos Científicos, Médicos y Dentales (Fenin), que aglutina al 80% de los proveedores.

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El problema de las responsabilidades

En una reunión que mantuvieron los responsables del Insalud con 60 representantes de empresas proveedoras de instrumentos científicos y médicos, éstos consiguieron del Insalud una mayor flexibilidad en los plazos con que cuentan para enviar sus listas de máquinas afectadas por el efecto 2000 (un fallo informático por el que los ordenadores interpretan los dos últimos dígitos del año como correspondientes al 1900). También consiguieron mayor tolerancia en el certificado de responsabilidad que cada compañía debe remitir a Sanidad. El ministerio redactó al principio un documento idéntico para todas las empresas. Ahora, cada una de ellas queda libre para escribir sus certificaciones con arreglo a sus propios criterios.No obstante, tanto el Insalud como la Fenin coinciden en señalar que para el 30 de junio toda la maquinaria se encontrará adaptada y probada.

Una auditoría encargada por el Insalud en junio resaltó que sólo el 15% de los 50.000 aparatos de su red estarían afectados por el efecto 2000. Ayer emitió un comunicado en el que aseguraba que el próximo 1 de enero será un día como otro cualquiera, ya que el 75% de ese 15% de aparatos afectados sólo produciría errores en la representación gráfica de fechas. Sin embargo, el propio presidente de la federación de proveedores, José Luis Bozal, reconoce que tan insensato sería decir que va a pasar algo en los hospitales como asegurar que no sucederá nada.

La consejería de Sanidad de Cataluña ha colocado en su página de Internet (www.aatm.es/efecte.html) toda una serie de recomendaciones para profesionales. En ella ofrece un cuadro de equipamientos médico que poseen un riesgo alto y medio de fallar.

Entre los de mayor riesgo destacan las unidades de anestesia, las bombas de infusión, los desfibriladores, las unidades de hemodiálisis... Entre los de riesgo medio se encuentran todos aquellos cuyo mal funcionamiento puede repercutir en el enfermo, sin implicar un daño inmediato para el mismo: escáneres, ecógrafos, detectores y medidores de flujo sanguíneo, endoscopias...

Los expertos consultados recuerdan que dentro de una misma marca y un mismo modelo hay aparatos preparados para el 2000 y otros que necesitan un arreglo. Por eso es por lo que se requiere un listado minucioso por parte de cada compañía. Entre los casos que pudieran producirse, la consejería de Cataluña destaca la dosificación incorrecta en sesiones de radioterapia y cálculos incorrectos de fecha de caducidad en sistemas informatizados de bancos de sangre.

Muchos fabricantes, sobre todo las mayores multinacionales, ofrecen listas en sus páginas de Internet de equipos propios que no se verán afectados con la llegada del milenio. "Pero nosotros", señala Francesc Castellà, del Instituto Catalán de Salud, "les pedimos a estas empresas que nos envíen un certificado antes de dos meses diciendo qué aparatos pueden fallar, y cuándo y cómo lo van a solucionar".

Asumir los costes

En el momento en que se disponga de un listado exhaustivo de máquinas a reparar, empezarán las negociaciones para dirimir quién va a pagar los costes. "En principio", señalan las autoridades sanitarias de Cataluña en un documento oficial, "los centros asistenciales deberían asegurarse de que sus proveedores de equipos resuelvan, con rapidez y de manera gratuita, el problema del año 2000".Es posible que no todos los fabricantes o distribuidores estén abiertos a colaborar o pretendan compensaciones por las modificaciones (mejoras) que sean necesarias en los equipos. "Es preciso entender que al fabricante no se le exige ninguna mejora, sino que el equipo funcione correctamente", afirma el documento de la Generalitat. Pero los fabricantes creen que los costes habrá que dirimirlos caso por caso. La responsabilidad jurídica tampoco está clara de producirse algún accidente. "Una empresa", señala el presidente de Fenin, "puede certificar que su aparato está preparado para el 2000. Pero esa máquina puede estar conectada a otras, y alguna de ellas puede fallar. Así que la responsabilidad, si ocurriese algo grave, la deberán estudiar los jueces caso por caso. Pero ahora se trata de solucionar un problema, no de quitarse responsabilidades de encima".

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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