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El sistema MIR, el camino más duro

Doce años es el tiempo medio que tarda un buen estudiante de Medicina en ser internista, cirujano vascular o cardiólogo. El título que otorga la Facultad actualmente sólo sirve para colgarlo de la pared, ya que para ejercer en la sanidad pública, incluso como médico de atención primaria, es necesario hacer la especialidad de tres años de medicina familiar y comunitaria. Para las demás especialidades médicas se requiere un periodo de formación de cuatro años, y para las especialidades quirúrgicas, así como para medicina interna, de cinco.La vía de formación MIR (médico interno residente), creada en 1978, es el único sistema que la Administración española reconoce para la formación de especialistas. Supone la permanencia remunerada en el hospital del especialista en formación, exceptuando en seis del total de 49 especialidades reconocidas, cuya cualificación se realiza en escuelas profesionales de posgrado y a cargo del interesado (estomatología, hidrología, medicina de educación física y deporte, medicina del trabajo y medicina legal y forense).

Expertos reunidos la pasada primavera en Madrid, con motivo de una reunión sobre La formación de los profesionales de la salud, organizada por la Fundación BBV, coincidieron en destacar que el sistema español de formación de especialistas médicos es uno de los más rigurosos que existen en Europa, al tiempo que subrayaron que el examen para poder acceder a esta vía es uno de los más difíciles.

Romper vocaciones

Una opinión bastante generalizada es que esta prueba es la oposición más dura de cuantas existen en España. Incluso muchos de los especialistas en ejercicio y profesores de las facultades admiten que serían incapaces de aprobarlo. Se le ha acusado de ser un examen rompedor de vocaciones.Según Alfonso Moreno, presidente del Consejo Nacional de Especialidades Médicas (CNEM) y catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, el examen MIR es necesario por la discordancia existente entre el número de alumnos que se presentan y el de plazas convocadas para especialistas.

"En los últimos años", dice Moreno, "se están convocando al año de 4.000 a 4.500 plazas. Sin embargo, a pesar de que cada año hay unos 4.000 nuevos licenciados, seguimos contando con una bolsa histórica de varios miles más, integrada por los que no han superado la prueba y por otros que la han aprobado, pero que quieren cambiar de especialidad".

Como advierte Moreno, el Ministerio de Sanidad y Consumo acredita a los hospitales en donde se desarrolla la vía de formación MIR y ésta es un modelo de evaluación y de control de calidad. "Mediante el sistema no sólo se evalúa al especialista en formación, sino también al servicio y al centro donde se está formando. Algún servicio u hospital han sido desacreditados, aunque sea temporalmente, por su mala calidad en la formación", explica.

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