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Gortázar y Solchaga cierran el congreso sobre Cuba y España

Fidel Castro tiene propiedades mágicas. Esto fue lo único en que se pusieron de acuerdo el diputado de PP y secretario general de la Fundación Hispano Cubana, Guillermo Gortázar, y el ex ministro socialista en sucesivos gabinetes de Felipe González, Carlos Solchaga. Ambos clausuraron ayer en un cara a cara el congreso Cuba y España: pasado y presente de una historia común, que desde el jueves pasado ha convocado a distintos expertos de ambos países en el Palacio de Villasuso de Vitoria. Si para Guillermo Gortázar, Fidel Castro es como la Virgen de Lourdes, vista la veneración con que le tratan los distintos mandatarios que acuden a visitarle; para Carlos Solchaga, Castro es "un encantador de serpientes" reconocido. En esta virtud sobrenatural del dictador cubano fue lo único en lo que coincidieron los dos políticos en la mesa redonda que moderó el historiador Manuel González Portilla. Guillermo Gortázar definió las relaciones bilaterales cubano-españolas como de "frente polar": "A una época de tempestad, le sucede otra de calma, y así sucesivamente desde 1959". Carlos Solchaga comentó con ironía "esta teoría de los nuevos historiadores que quieren justificar la metedura de pata de Aznar en sus relaciones con Castro". El ex ministro socialista recalcó que las relaciones bilaterales no se deben establecer en función de los beneficios económicos, sino "en qué medida podemos trabajar para un cambio político y económico que es lo que espera el pueblo cubano". Mientras Gortázar no quiso hablar de un modelo de transición para Cuba, Solchaga aportó la idea de que la primera transición pasa por una reforma económica desde dentro. "Se podrá discutir si es reforma o ruptura, como en España en 1975, pero en mi opinión es factible y apuesto más por el desarrollo económico que por discursos sobre derechos humanos que muchas veces se vuelven contra uno". Esta reforma económica debería atender la nesidades de empleo que hay en la isla, con cerca de un 40% de parados, según Carlos Solchaga. "Es abracadabrante que el mismo gobierno que no ofrece trabajo, prohibe que la gente lo obtenga de forma privada". Para el ex ministro socialista, Cuba tiene que ir hacia una transición pacífica: un cambio económico paulatino hacia el libre mercado que acabaría contaminando, "en el buen sentido de la palabra", las esferas política y cultural. Gortázar animó a mantener la solidaridad con los cubanos y a aislar políticamente a su gobierno.

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