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DESASTRE ECOLÓGICO

Boliden, implicada en daños en Suecia y Chile

Boliden, la multinacional sueca responsable de la riada tóxica que ha afectado a 3.600 hectáreas y que provocará pérdidas de un mínimo de 1.500 millones de pesetas en el sector agrícola español, se ha visto implicada en incidentes similares en Chile y Suecia.En Chile tiene pendiente la repatriación a Suecia de 19.500 toneladas de desechos tóxicos industriales, que Boliden Metall exportó hace 14 años a la ciudad de Arica -2.000 kilómetros al norte de Santiago- y que han provocado problemas de salud en 15.000 familias. La mitad de los niños que viven en la zona presentaron en análisis de sangre altos contenidos de plomo, que pueden provocar desde cefaleas hasta daños neurológicos irreversibles.

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Parlamentarios chilenos denunciaron el pasado abril que los cargamentos de Boliden se hicieron con datos falsos y violando el convenio de Basilea, que prohíbe la exportación a otros países de desechos tóxicos. El rotulado del cargamento establecía que el material no era tóxico, sino oro y plata. Después se descubrió el verdadero contenido: «Cadmio, arsénico, mercurio y plomo», según afirma Alejandro Navarro, presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados. Boliden ha negado su responsabilidad.

Caso similar

En Suecia, Boliden también está relacionada con desastres ecológicos, aunque no de las dimensiones del de Doñana. En 1996, la multinacional sueca contaminó el lago Asajaure, al norte del país. La causa fue la ruptura del muro de una balsa con desechos procedentes de una mina de zinc y plomo, según publicó el jueves pasado el diario La Vanguardia . Es decir, igual origen que el vertido de Doñana.Boliden Apirsa es la filial española. En 1987 compró al Banco Central la mina de Aznalcóllar (Sevilla), informa Alejandro Bolaños. Su presidente, Ander Büllow, y el director general en España, Ole Fragëmo, dan fe del origen sueco de la empresa, que hasta hace un año era una división de la multinacional Trelleborg, con 12.500 trabajadores en todo el mundo. En 1997, los dirigentes suecos se separaron de Trelleborg. Hoy el 58% del capital está en manos de inversores canadienses. La sede está en Toronto y gran parte de los directivos son canadienses. Tiene explotaciones en Argentina, Canadá, Suecia, España y Arabia Saudí.

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