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TEATRO: EL ACTOR DEJA "DON MENDO"

Sénder deja el Español por ser un "cortijo" que falta al respeto al público

El actor Raúl Sénder hizo ayer su última función como protagonista de La venganza de don Mendo montaje dirigido por Gustavo Pérez Puig, director del Teatro Español, con el que viene triunfando desde hace ocho meses. Mientras Sénder dice que se va porque se ha faltado al respeto al público y el teatro se gestiona como un cortijo, Pérez Puig señala las discrepancias de Sénder con la primera actriz (plasmadas en una carta) como causa de su marcha.

Según Sénder, se ofrece un producto que no tiene nada que ver con el proyecto original. "El público debe saber que el Teatro Español, en contra de lo que ocurre, no es un cortijo privado propiedad del matrimonio que regenta el teatro", dice el actor refiriéndose a Pérez Puig y su esposa, Mara Recatero, directora adjunta del Español. Y añade: "Es un teatro público hecho con el dinero de los madrileños, que ellos deben administrar, y que no crean que pueden tener súbditos y no empleados, y no lo digo por mí, que gozo de la libertad de trabajar con quien y cuando quiero, pero otros no pueden hacerlo por razones obvias".El actor envió hace 15 días una carta despidiéndose porque el espectáculo se había "deteriorado". A pesar de sus continuas peticiones de que fuera revisado porque se había perdido el proyecto original, afirma que nadie le escuchó. "Convendría que el Ayuntamiento supiera que éste no es un montaje nuevo, esto se montó con un vídeo de lo que se hizo con Gómez Bur, y se ha reproducido el mismo montaje, la misma música, lo mismo todo, pero, al haber más dinero para la producción, los decorados y la ropa son más espectaculares, pero Pérez Puig no ha montado nada, se ha limitado a ser guardia de tráfico y decirnos por dónde entrábamos y salíamos", continúa.

Sénder incluso afirma que todas las novedades que no están en el vídeo de Gómez Bur se las ha inventado él: "Que nadie se ponga moños, porque lo nuevo es todo de mi ganadería, aportado con mis conocimientos escénicos; Gustavo lo aceptaba porque veía que la compañía se desternillaba y luego se ha demostrado que funcionaba", dice el actor, que afirma estar "podrido" porque no entiende que estas cosas pasen en un teatro público.

Rigor en escena

"Sólo reclamo ensayos, rigor en escena, respete, al público; la obra se había ido por derroteros distintos a los que hubo al concebir el montaje, pero no por parte de todos los actores; no oculto que es un privilegio trabajar con profesionales como Ana María Vidal o Julia Trujillo, pero hay más cosas en la función, y yo en escena soy muy perfeccionista, cuadriculado y puñetero; quiero que sea todo perfecto", explica. Sénder, en la carta que mandó para comunicar su marcha, hacía alusión a la primera actriz. "Es cierto, no soporto la falta de rigor en el escenario", afirma el actor, cuyo sustituto será Juan Carlos Naya, después de que declinaran la oferta Pedro Osinaga, Saza, Jaime Blanch, Joaquín Kremel o Luis Merlo."Es cierto que el éxito ha sido apoteósico, pero lo que parece ignorar Pérez Puig es que el público no sólo acude al reclamo de su nombre", objeta Sénder, y remarca que el Don Mendo que ha llenado ese teatro es él: "No se pueden vender entradas sin avisar que no estoy y pensar que a la gente le da lo mismo; me siento en la obligación de avisar al público".

El actor también comunicó su marcha a Juan Antonio Gómez Angulo, concejal de Cultura: "El problema que me expuso", dice el edil, "era de carácter artístico, por lo que le contesté que era un problema en el que yo no podía intervenir, y he dado mi respaldo al director escénico", dice Gómez Angulo. En los mismos términos se expresa Pérez Puig, quien además señala que Sénder le puso unas condiciones "inaceptables": "Quería que echara a una actriz, que su nombre fuera más grande en los carteles, cobrar 25.000 pesetas diarias más y anular funciones los sábados porque tenía galas".

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Algo muy distinto opina sobre esta crisis Rafael Simancas, portavoz de Cultura del PSOE en el Ayuntamiento: "Si el de Sénder fuera un caso aislado, se podría interpretar como un problema artístico, pero creo que este actor es la enésima víctima de la arbitrariedad y el despotismo con los que se regenta ese teatro". "Vamos a solicitar una vez más la destitución del matrimonio Pérez Puig-Recatero al frente del teatro el Español es un escándalo constante en la vida municipal".

Pérez Puig afirma que Sénder cuestionó su autoridad: "Me da pena que se vaya, porque lo hace muy bien, pero lo que pedía era inaceptable, y, por otra parte Juan Carlos Naya lo hace muy bien".

La carta que mandó el representante de Sénder a Pérez Puig decía: "Nos es grato (sic) comunicarle la rescinsión del contrato... Los motivos no son otros que después de numerosas charlas y súplicas a la dirección de ese teatro por parte del señor Sénder sobre la falta de rigor, profesionalidad y continuo desacato a las pautas de dirección de la señorita Maruchi León, y en vista de que la actitud de dicha señorita persiste, nuestro representado el señor Sénder prefiere apartarse de dichas representaciones en beneficio del público y de su propia salud".

Por su parte, Pérez Puig dice que ambos actores están "muy eficaces" en escena.

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