_
_
_
_
_

Gobierno y oposición apoyan la plataforma digital única en Italia

El acuerdo de Canal Plus, RAI, Telecom, Mediaset y Telemontecarlo pone fin a 14 meses de negociaciones

Catorce meses de negociaciones han precedido al gran acuerdo que verá nacer la televisión digital en Italia. La francesa Canal Plus, principal accionista de la televisión de pago Telepiú, participará en la nueva plataforma junto a la radiotelevisión pública, la RAI; la recién privatizada compañía telefónica Telecom; y los grupos Fininvest-Mediaset -controlados por Silvio Berlusconi- y Telemontecarlo. El pacto ha recibido el apoyo tanto de la coalición de gobierno de centroizquierda, el Olivo, como de la de oposición, el Polo de las Libertades, que lidera Berlusconi.

"Estoy muy satisfecha del acuerdo que ha dado como resultado una plataforma única con mayoría italiana, dispuesta a recuperar el retraso en la tecnología digital con un operador global como Canal Plus". Giovanna Melandri, responsable de comunicación del principal partido de gobierno en Italia, el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), saludaba así, en unas declaraciones al diario La Stampa, el acuerdo que la pasada semana puso fin al contencioso de la plataforma digital italiana.El compromiso alcanzado viene a ser algo así como la cruadratura del círculo ya que, aparentemente, consigue satisfacer las aspiraciones esenciales de todas las partes. La plataforma unitaria tendrá una mayoría de capital italiano -el 70%-, pero al mismo tiempo concede a Canal Plus Francia un claro protagonismo en el desarrollo de la televisión digital en Italia. El descodificador, al menos en una primera etapa, será el comercializado por Canal Plus. No es menos cierto que los contendientes han tenido que rebajar sus aspiraciones. Telecom Italia pretendía quedarse con el 51% de la plataforma digital, mientras el grupo francés parecía poco dispuesto a ceder Poder en Teleplú.

La plataforma unitaria nace, no obstante, gracias a una complicada maniobra de duplicación de Teleplú. Esta cadena pasará a tener una división dedicada exclusivamente a la televisión convencional -en su caso de pago- y otra a la digital. En la primera estructura, Canal Plus reducirá su paquete accionarial del 90% actual al 45%. Telecom Italia, la RAI y Telemontecarlo se harán cargo del paquete restante (Fininvest-Mediaset poseía ya un 10%), dejando abierta la puerta para otros inversores minoritarios. El acuerdo no especifica costes económicos, pero fuentes citadas por el diario La Repubblica calculan que el 10% de Telepiú costará a los grupos italianos alrededor de 260.000 millones de liras (poco más de 22.000 millones de pesetas).

Control de Telepiú

Esta división de la empresa Telepiú -que seguirá controlando la gestión de sus 900.000 abonados- concentrará en sus manos toda la actividad de producción y transmisión de programas de televisión difundidos con tecnología analógica.En lo que se refiere a la televisión digital, Telepiú estará presente en Stream -una sociedad del grupo Telecom Italia especializada en la trasmisión de servicios de televisión de pago- o en la nueva sociedad que se cree a tal fin, en la que figuraría en cualquier caso Stream, a la que Telepiú habrá cedido toda la parte tecnológica relativa a la emisión de las señales digitales. En esta Stream digital, el pacto implica que Canal Plus se quede con el 30%; RAI, Mediaset y Telemontecarlo, con el 10% cada uno; y Telecom con el 40% restante. Pero, con el fin de evitar cualquier fricción con las autoridades antimonopolio italianas y comunitarias, el capital de esta sociedad quedará abierto también a nuevos grupos suministradores de programas televisivos, que podrán adquirir cuotas minoritarias.

Una particularidad del compromiso alcanzado es que ha sido acogido con satisfacción por todo el espectro político italiano, desde la coalición de gobierno, el Olivo, hasta la de oposición, el Polo de las Libertades. "El acuerdo coloca el desarrollo de la televisión digital italiana en un sistema de alianzas internacionales. El riesgo de marginación de la industria nacional era muy grande", reconoce Melandri, la portavoz del PDS. "Hasta en la RAI ha habido una tensión fuerte entre innovadores y conservadores, entre aquellos que la ven encerrada en el recinto de la televisión generalista y los que, como su presidente, han aceptado el desafío de la nueva tecnología", añade.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_