El carbón llegado al puerto ensucia el aire en las calles de Santander
La Policía Local de Santander ha recibido múltiples llamadas de vecinos de la ciudad próximos al nuevo puerto de Raos -al suroeste de la bahía- que se quejan de la suciedad que invade sus pisos, y también las calles, como consecuencia de las partículas de carbón que el intenso viento sur levanta de las instalaciones portuarias y expande por la zona. Casi 100.000 toneladas de carbón procedente de Mozambique, Holanda y Estados Unidos se han acumulado durante estos días, a cielo abierto, en los muelles de Raos y a unos 500 metros en línea recta de barrios de muy alta densidad de población.El Ayuntamiento ya ha requerido de la autoridad portuaria la adopción de medidas urgentes para evitar la contaminación.
La carbonilla, muy abundante, es impulsada por el viento que en los últimos días ha tenido rachas de hasta 50 kilómetros por hora, y penetra en las viviendas incluso hallándose cerrados balcones y ventanas.
Ayer, la autoridades portuarias utilizaron un gran camión cisterna para humedecer el carbón, mientras persista la sequía.
"Tenemos la impresión de que habitamos en una cuenca minera", se lamentaba una mujer residente en la calle del Marqués de la Hermina.
