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GESTIÓN CULTURAL

Alcalá estrena su moderna biblioteca central, arropada por edificios del siglo XVII

El parto ha sido largo, seis años, pero al fin el Ayuntamiento de Alcalá de Henares (163.000 habitantes) dispone desde ayer. de una biblioteca central con 45.000 títulos, la Cardenal Cisneros. El edificio, ubicado en el corazón del casco histórico, alberga también el archivo municipal, un interesante depósito que custodia, entre otros documentos, el fuero viejo de la ciudad, un conjunto de leyes dictadas en 1135. La construcción, de diseño contemporáneo, ha recibido críticas de los vecinos porque creen que desentona con el entorno. A partir de hoy ambas dependencias estarán abiertas al público de nueve de la mañana a nueve de la noche

El proyecto de la nueva biblioteca data de 1990, pero el elevado coste de su ejecución, cercano a los quinientos millones de pesetas, y la falta de liquidez del Ayuntamiento de Alcalá, que ha estado cuatro años sin presupuestos (entre 1993 y 1997) ralentizaron las obras.El edificio recién estrenado se encuentra en la antigua huerta del convento de San José de Caracciolos, un bello edificio del siglo XVII donde hoy se imparte la carrera de Filología En Caracciolos se instalará también la biblioteca central de Humanidades de la Universidad, y en el vecino Colegió de Trinitarios, otro inmueble de la misma época, la cervantina. Una vez concluido este proyecto, esta manzana se convertirá en una auténtica ciudad de las letras.

Préstamo a domicilio

La nueva biblioteca dispone, aparte de la sala de lectura principal, de otra infantil con 4.000 títulos, además de videoteca, fonoteca y hemeroteca, y ofrecerá un servicio de préstamo a domicilio para minusválidos. Es la octava biblioteca municipal de Alcalá. Los fondos del archivo descansan en los sótanos, el lugar idóneo para mantener una temperatura y humedad constantes, según Cristóbal Vallhonrat, uno de los dos arquitectos responsables del proyecto.

El edificio, que tiene 3.300 metros cuadrados y ha sido financiado por la Comunidad y el Ayuntamiento, se ve desde la calle como una especie de zigurat, formado. por tres cubos de ladrillo concéntricos.

Junto a ellos, los equipos de aire acondicionado rematan un cuarto cubo. Del interior, lo que más destaca es la sala de lectura de 111 plazas, en forma de cuña y con un techo acristalado para dotarla de luz cenital. Vallhonrat se defendió de las críticas explicando que el inmueble no trata de imitar la arquitectura histórica, sino de adaptarse al uso que va a tener, y que los equipos de refrigeración deben estar al aire libre por motivos técnicos.Varios vecinos de la vía adyacente, la calle de Portilla, asistieron ayer a la inauguración oficial para quejarse ante el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, del hecho de que el edificio se haya dado por rematado sin haberse construido la acera exterior.

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