La oposición, pillada a contrapié
La oposición no se lo esperaba. El líder socialista, Lionel Jospin, creyó que los rumores sobre el adelanto de las elecciones eran infundados, y esperó hasta el jueves a dar la orden de movilización general. Jospin y el líder comunista, Robert Hue, afirman que sus partidos están perfectamente a punto para entrar en campaña. Pero es más cierto lo contrario: el proyecto de programa común de la izquierda está en mantillas, los programas son un simple esbozo y la renovación interna aún no ha terminado.Jospin consideraba que la feminización y el rejuvenecimiento de las candidaturas socialistas serian sus grandes armas. El hecho de que el 30% de las candidaturas sean encabezadas por mujeres y haya abundantes caras nuevas puede acabar convirtiéndose, sin embargo, en un inconveniente. La generación Jospin contaba con dedicar los próximos meses a darse a conocer, pero no dispondrá de ese plazo. y, en bastantes casos, los aspirantes socialistas serán extraños para sus electores.
En cuanto a la plataforma electoral, el PS tenía previsto aprobarla en diciembre, tras un congreso nacional. Dadas las circunstancias, habrá que improvisar un programa. También habrá que improvisar algo parecido a un acuerdo sobre cuestiones esenciales (empleo, unión monetaria, función del Estado) con los comunistas, ya que la izquierda debe concurrir aliada a las elecciones si quiere contar con posibilidades de éxito. Jospin y Hue se reunirán el 29 de abril, acompañados de sus respectivas planas mayores, para formalizar un acuerdo electoral. El PC se encuentra igualmente en pleno proceso de renovación, reflejado en la crisis abierta en L'Humanité entre los partidarios del secretario general, Hue, y los fieles a su antecesor, Georges Marcháis.
En cuanto a la ultraderecha, el Frente Nacional está en alza, acaba de celebrar un congreso, tiene a punto un programa basado en la expulsión de millones de extranjeros e incluso cuenta con varios lemas de propaganda.
