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El peruano Jaime Bayly arrasa con un libro de ambiente homosexual

"Me escondo detrás de mis personajes", asegura el escritor

Amelia Castilla

La última vez que el periodista Jaime Bayly estuvo en Lima, la gente por la calle le gritaba a modo de insulto: "¡Joaquín, Joaquín!". Joaquín Camino es el protagonista de No se lo digas a nadie, la primera novela de este periodista peruano, en la que narra la trayectoria de un homosexual de la acomodada burguesía limeña. "En cierto modo", reconoce Bayly, "la obra es autobiográfica porque yo escribo a partir de ciertos recuerdos, de ciertas experiencias que luego, en el proceso de escribirlas, las deformas y las enriqueces. No es la historia de mi vida, pero yo me escondo detrás de mis personajes".Bayly es guapo y él lo sabe. Bajo su aparente timidez se oculta un seductor profesional. Es de esas personas que cuando entran en una habitación saben quedar bien con todos los que se encuentran en ella. Bayly está casado y tiene una hija, pero no se reconoce ni como totalmente homosexual ni como totalmente heterosexual. "No le tengo miedo a la ambigüedad, y, como todos, tengo un lado masculino y otro femenino". Como el protagonista de su novela, Bayly se muestra crítico con el orden sexual excluyente. Tras publicar No se lo digas a nadie se ha convertido sin quererlo en un defensor de los derechos de los gays. "La homosexualidad es una opción perfectamente respetable y hay que hacer un esfuerzo para no confinarla en un gueto".

"No dejes de decirlo, no lo dejes en la tierra de nadie de tu cabeza". La cita, sacada de una de las canciones de Morrissey, abre la novela de Jaime Bayly. No se lo digas a nadie (Seix Barral) va por la novena edición. La mafia rosa, dicen algunos, ha puesto en marcha el boca a boca, y ésa es la causa de que se hayan disparado las ventas de una obra que ha tenido muy poca promoción. Los derechos cinematográficos han sido comprados por el productor Andrés Vicente Gómez, y Pedro Olea será su director.

Como una bomba

Jaime Bayly reconoce que No se lo digas a nadie ha caído como una bomba en Lima. Entrenadores de fútbol, políticos y compañeros de colegio del autor se han visto reflejados en la obra. Él, como queriendo salvarse de la quema, señala la frase que se ha incluido en los créditos: "Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". Pero no fue sólo el hecho de que descubriera la vida íntima de la clase acomodada limeña lo que levantó el escándalo. Bayly, que presentaba un programa en un canal de televisión peruana, se descubría como un homosexual en la novela, rompiendo el corazón a sus cientos de admiradoras.Bayly describe la obra como una novela de aprendizaje. El camino homoerótico del protagonista está lleno de cocaína y prostitución. "Los mejores negocios de Lima se hacen en los barrios de hombres, con un poco de cocaína, porque en Perú puedes ser drogadicto, ladrón y mujeriego, pero no homosexual", asegura uno de los personajes de No se lo digas a nadie, y su autor sostiene que eso es verdad, aunque "a los hombres de negocios de Lima no les guste que se diga".

Nació en Lima, donde pasó su infancia, adolescencia y juventud. La novela la escribió en Washington, y ahora vive en Miami. Allí prepara Fue ayer y ya no me acuerdo, su segunda novela, una historia que tiene más semejanzas que diferencias con No se lo digas a nadie. Habrá algo de sexo y muchas drogas.

"Será la historia de un joven cocainómano y las batallas que libra para librarse de su adicción" asegura Bayly, quien reconoce haber consumido durante un cierto tiempo la nieve. "Es muy fácil caer en sus redes", explica. Él sabe que todas esas frases hechas, como "yo controlo" o "y lo domino", son excusas para ocultar una adicción importante.

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