Calor y frío
Lo primero e ineludible, reseñar alguna que otra, contradicción que se da en festivales alternativos y/o independientes.¿Participación de grupos de multinacionales?. ¿Conciertos de más de 2.000 pesetas? Resulta poco coherente con la teoría de la alternatividad. Habría que corregirlo ante la próxima edición, a fin de que no se produzcan escisiones o competencias no deseadas.Ya en materia, Fabulosos Cadillacs se presentaron en directo en nuestro país con todo el calor de su exultante latinidad. Un rotundo concierto que les sitúa en la primera línea del rock internacional heredero de lo mejor de The Clash.. Sencillamente impresionantes, en su revisión dé todos los ritmos y oliendo a grupo del ano, con el beneplácito del camarada Manu -Chao. Mucho más fríos, aunque igual de intensos e interesantes, estuvieron The, Booradleys, el último producto de la factoría Liverpool. Tras una errática carrera, han dado en el clavo con su último álbum, Wake up! demostrando que el pop británico se puede redimir de su empalagamiento de los años ochenta. En vivo,- recuerdan a XT. Sin embargo, Elastica, el grupo más impactante de las últimas fechas, en directo se nos parecieron a Stranglers como una púa de guitarra a otra. Su propuesta rezuma la gélida ironía de Grant y Burnell y sus cortantes canciones de apenas dos minutos están en la tradición de economía musical que propugnaban los punkis del 76. Justine Frischman templa y manda. Su desgarbado físico va a ponerse de moda esta temporada. Sus canciones también.
