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Los nuevos fósiles encontrados en Atapuerca son los restos humanos europeos más antiguos

"Es el hallazgo más importante del siglo en paleontología", dicen sus descubridores

Los fósiles de homínidos que se están encontrando estos días en Atapuerca (Burgos) tienen más de medio millón de años, seguramente 600.000. Los científicos responsables de la excavación no tienen ya ninguna duda: son los restos humanos más antiguos jamás encontrados en Europa. La presentación ayer en Atapuerca de restos de otro individuo, un niño muerto a los tres o cuatro años, confirman el gran valor científico del descubrimiento, "el más importante de este siglo en la paleontología", afirmaba ayer eufórico uno de los directores de la excavación, Edouald Carbonell.

Las expectativas ahora son enormes porque entre los fragmentos humanos hallados hay falanges de pies y manos, unos huesos que se destruyen fácilmente y que son rarísimos en los yacimientos paleontológicos. "Las falanges siempre anuncian esqueletos más completos", comentaba Juan Luis Arsuaga, otro de los directores.Un pequeño roedor que se extinguió hace medio millón de años (el Mimomys savini) tiene la culpa de que los homínidos de la Gran Dolina, uno de los tres en plena excavación actualmente en Atapuerca, sean indudablemente más antiguos que el fragmento de tibia hallado en Broxgrove (Reino Unido) y dado a conocer recientemente. En Broxgrove no aparecen huesos de ese roedor asociados al fosil homínido sino huesos de un ratón descendiente, mientras que en La Dolina está el Mimomys y la comunidad científica mundial reconoce este marcador de tiempo de hace medio millón de años.

Ahora se realizarán además dataciones de los nuevos fósiles con métodos químico-físicos (por el uranio y el torio contenidos en huesos de animales del yacimiento) y métodos geológicos y arqueológicos para tener más información precisa sobre la antigüedad de los hallazgos.

Un recuento que hará historia

El recuento de los fósiles humanos hallados hasta ahora en La Dolina da el siguiente saldo: del primer individuo, un fragmento de mandíbula y otro de maxilar (ambos con dientes), un fragmento craneal, seis dientes sueltos y falanges de pies y de manos; el segundo, el niño de tres o cuatro años, un resto de maxilar y uno de mejilla. Un nuevo trozo de maxilar, con una muela del juicio incipiente que indica que el primer individuo tiene unos 15 años, ha aparecido en el mismo lugar, pero aún no ha sido extraído del yacimiento. Los arqueólogos de La Dolina (seis especialistas) continuaban ayer retirando arena de alrededor del maxilar con cepillos y pequeños punzones para extraerlo. Fósiles de animales, lascas de cuarcita y de cuarzo y algunas piedras con tallas muy primitivas aparecen constantemente en este nivel de la excavación, el TD6, correspondiente a 500-600.000 años. Los nuevos fósiles se precintaron ayer ya limpios y ordenados en una bandeja en el Ayuntamiento de Ibeas de Juarros (Burgos).La excavación se ha planteado este año en la Gran Dolina como una cata vertical del yacimiento, que tiene un registro en capas sedimentarias que abarcan desde hace 100.000 años hasta hace 750.000, todo el periodo denominado Pleistoceno Medio, explica Carbonell. Hasta ahora se habían encontrado restos de industria (lascas, cortadores y núcleos muy primitivos) y el objetivo perseguido era llegar, por lo menos, al nivel de más de 500.000 años excavando en unos seis metros cuadrados para ver si había fósiles humanos. "La importancia de La Dolina está en su continuidad, son 18 metros de secuencia estratigráfica de todo el Pleistoceno Medio. Es un yacimiento único", dice Carbonell.

Evolución europea

El récord de antigüedad de los nuevos fósiles es importante porque demuestra tal y como sospechaban unos y negaban otros, que había homínidos en Europa antes de hace medio millón de año. Pero lo más interesante, insisten los investigadores de Atapuerca, será la información que proporcionará sobre las relaciones evolutiva y cultural de aquellas remotas poblaciones. "Hasta ahora, la evolución humana europea no se podía relacionar fácilmente con la evolución en África y en Asia", comentaba ayer Arsuaga, de la Universidad Complutense de Madrid.Pero nadie se atreve aún a clasificar con exactitud los dos individuos de La Dolina. "Los dientes hallados tienen caracteres muy primitivos. Hay que remontarse a restos africanos de más de un millón para hacer comparaciones", apuntaba ayer José María Bermúdez de Castro, del Museo Nacional de Ciencias Naturales y tercer codirector de Atapuerca. La excavación, en la que participan 42 especialistas en 1994, está financiada por la Junta de Castilla y León y la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología.

La gran pregunta que ahora se harán los investigadores, anuncia Arsuaga, es si existe continuidad evolutiva entre estos antiquísimos europeos y los posteriores habitantes (preneandertales y neandertales) o si aquellos remotos homínidos fueron sustituidos por migraciones posteriores.

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