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La revista de fin de siglo

'Wired' concentra la atención de una parte de la juventud en EE UU

Wired es el título de la revista en la que se está concentrando la atención de una parte de la juventud norteamericana. Se edita en San Francisco, y cuando apenas ha cumplido un año y medio desde su fundación acaba de recibir un premio de excelencia general entre los 14 más importantes que se conceden a los magazines de Estados Unidos. Algunos comparan su originalidad, su representatividad y su influencia entre las vanguardias juveniles a la que alcanzó el Rolling Stones en los años setenta.Wired es mensual y cuesta actualmente 4,95 dólares (tinas 700 pesetas), tiene 148 páginas y una cartera de publicidad inimaginable para sus fundadores -pareja profesional y sentimental-, Louis Rosetto, 42 años, y Jane Metcalfe, 32 años, cuando lanzaron el producto en enero de 1993.

¿El secreto de su éxito? Rossetto afirma que se trata de una revista caída desde el futuro para esperar a los que van a traspasar el siglo XXI. Su tema es este mundo, pero relacionado con las tecnologías que lo están convirtiendo en otro. Pero no se trata de una revista tecnológica propiamente dicha. En las librerías la sitúan muy cerca o confundida con la clase de publicaciones para profesionales de la informática, pero no está dirigida a especialistas ni a locos del ordenador. El asunto al que se refieren no es la revolución humana relacionada con los cambios en las comunicaciones.

El nuevo y complicado mundo del cyberespacio, las autopistas de fibra óptica, el futuro de la televisión, el cine o los negocios, los robots, la realidad virtual, las aplicaciones del láser, se relacionan con las modificaciones en las apreciaciones y formas de vida. La cover story del número con la que conmemoraron el primer aniversario la firmó Douglas Coupland, el autor de Generación X, refiriéndose a la grey de los trabajadores con ordenador ("los microsiervos") en el imperio electrónico de Bill Gates. Reportajes y entrevistas. Escritores, juristas, músicos, hombres de empresa y futuristas participan como colaboradores. Y también los nuevos místicos electrónicos, los zippies, tal como recoge la portada del número de mayo. En recientes declaraciones a USA Today los directores de la publicación se autodeclaraban emparentados con los hippies en sus ideales de comunicación universal.

Diseñada por John Plunket con las formas y colores fluorescentes y familiares para un seguidor de la cadena musical MTV, el interés que despierta no sólo ha llegado a las mentes juveniles, sino a magnates de los medios, como S. I. Newhouse Jr., quien a través de Condé Nast (Vogue, Vanity Faire) ha adquirido ya una participación en el proyecto.

La revista ha empezado a ganar dinero en diciembre, cuando su difusión, en ascenso, todavía se encuentra en los 110.000 ejemplares.

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