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Benvenuto rechaza una nueva dirección del PSI e intenta agrupar a sus fieles

Giorgio Benvenuto, el secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI) que dimitió el pasado jueves tras sólo 96 días de permanencia en el cargo, no reconocerá a la nueva dirección que pueda ser elegida a partir de los únicos siete miembros que no han dimitido de la secretaría general. Benvenuto ha convocado, además, para el próximo 29 de mayo, un Comité de Iniciativa del Renacimiento Socialista, con la clara idea de contar sus fuerzas dentro del PSI.Los observadores de la política italiana hablaban ayer de "división sin escisión", para caracterizar la situación interna del PSI creada tras la dimisión de Benvenuto.

Benvenuto, que el jueves dijo que no está seguro de que el PSI pueda sobrevivir con su actual estructura, informó en esa cita de que ni él ni ninguno de los otros altos cargos del partido que le han secundado en su dimisión -incluido el presidente, Gino Giugni-, participarán en las futuras reuniones de los órganos directivos.

'Garante'

Giugni, sin embargo, dijo ayer que está dispuesto a aceptar la función de garante de la supervivencia del PSI para la que, según afirmó, ha sido solicitado tanto por los restos de la dirección craxiana que siguen en sus puestos como por el sector dimisionario. "Mi propuesta es concordar medidas de emergencia, como: suspensión de todos los órganos centrales, que han perdido toda representatividad; constitución de una secretaría provisional, al margen de toda lógica de pseudo corrientes y, a ser posible, anticipar la convención nacional propuesta para finales de junio", dijo Giugni.

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El candidato a garante consideró, además, urgente que todos los dirigentes, por lo general de la vieja guardia, que han dicho que el problema financiero del PSI -con una deuda de 200.000 millones de liras (unos 17.000 millones de pesetas)- se resuelve fácilmente, hagan propuestas inmediatas y concretas.

Los restos de la secretaría se han convocado para el próximo martes, a fin de debatir cómo se cubrirán las numerosas vacantes en la dirección del partido. Fue en relación con esa reunión, que Benvenuto afirmó que no reconocerá a una nueva dirección del PSI, si no surge realmente como un equipo renovado desde las bases del partido.

El ex secretario respondió también a la acusación de que su dimisión había sido "una bomba de relojería" para mandar a los socialistas en brazos del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), que le fue hecha ayer mismo por lo que queda de la dirección socialista. "Es la tragedia de quien tiene el complejo de la Tercera Internacional y ve complós por todas partes", dijo.

Entre los asistentes a la conferencia de prensa de Benvenuto no estuvieron ni el ex primer ministro Giuliano Arnato -que se prepara a dejar el PSI con su proyecto Eta Beta- ni, por supuesto, Craxi.

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