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En la muerte de Rafael Burgaleta Álvarez

La Universidad Complutense ha perdido un gran profesor, un gran profesional y una de las personas más humanas y queridas tanto en el ámbito universitario como en la esfera social y cultural.Rafael Burgaleta Álvarez ha sido profesor de la Facultad de Psicología desde sus inicios, colaborando decisivamente en la constitución del centro y en su fortalecimiento como una institución para la libertad y el estudio desde la autonomía y la independencia. Hombre polifacético y con una gran formación humanística, ha destacado sobre todo por su dedicación a la docencia, por su interés apasionado por la formación científica y humana de sus alumnos (de los que muchas veces decía que, eran la única justificación de su trabajo"), por las horas incontables consumidas en la dirección de tesis y tesinas y por el fiel y sistemático contacto que mantenía con sus ex alumnos.

Ha sido siempre reconocida su capacidad y eficacia en las tareas de organización y gestión de la facultad, de la que fue su primer secretario, así como en las tareas de representación institucional en órganos colegiados y comisiones delegadas. Su actividad se ha extendido más allá de la propia Universidad, participando en numerosas asociaciones profesionales y en responsabilidades sindicales, y siendo además uno de los artífices del Colegio Oficial de Psicólogos.

Pero por encima de toda su compleja e intensa actividad, el rasgo dominante de su biografía es el reconocimiento universal de sus extraordinarias cualidades personales de equilibrio, apertura, sentido de la justicia y espíritu de conciliación. Lejos de sectarismos, estuvo siempre dispuesto al diálogo, a reducir tensiones y conflictos sin renunciar a sus principios ni a sus ideas, todo ello con un gran sentido del humor y exquisita habilidad.

Por todo ello, el rector Villapalos le nombró vicerrector de extensión universitaria en enero de 1991, dedicándose plenamente a organizar la librería general de la universidad, así como a ordenar los fondos documentales de la misma, en el marco de una política general de actuaciones encaminadas a la mejora de las bibliotecas universitarias. La comunidad universitaria lo vio siempre como un profesor sin tiempo para sí mismo.

Su obra perdurará en el recuerdo de todos los que le conocimos como vivo ejemplo de compromiso.

José María Arredondo Rodríguez es decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense.

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