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El físico español Garcia Moliner, premio Príncipe de Asturias de Investigación

El físico Federico García Moliner fue galardonado ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Cientírica y Técnica por "sus importantes contribuciones a la física en estado sólido", según el acta que dio a conocer en Oviedo el presidente del jurado, el premio Nobel Severo Ochoa. Los estudios sobre física en estado sólido tienen múltiples aplicaciones prácticas y se encuentran en el origen del desarrollo actual de la electrónica. García Moliner, de 62 años, se encuentra estos días en la ciudad polaca de Torun, visitando a un colaborador, y regresará a España el próximo lunes.

"Es un hombre múltiple, un pensador sobre el mundo, no un especialista de visión estrecha", dijo Antonio Fernández-Rañada, catedrático de Mecánica Teórica de la Complutense y uno de sus valedores, tras conocerse la concesión del premio. La candidatura de García Moliner fue presentada por Elías Fereres, presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en cuyo Instituto de Estructura de la Materia trabaja el galardonado, y por la Real Sociedad Española de Física, y había recibido el apoyo de 70 instituciones y personas de todo el mundo, algunas de ellas premios Nobel.[Fereres señaló ayer a este periódico que se trata de uno de los físicos españoles más prestigiosos. "Destacaría el nivel y calidad de sus contactos internacionales en una época en la que la ciencia en España estaba demasiado aislada", afirmó. Aunque siempre ha trabajado en España, García Moliner ha mantenido estrechos contactos a través de cursos en distintas universidades americanas y de estancias en laboratorios prestigiosos. Fereres también dijo que tiene fama de realizar brillantes exposiciones didácticas].

Capacidad de trabajo

Víctor Velasco, colaborador de García Moliner desde 1974, destacó ayer, en declaraciones a Efe, su gran capacidad de trabajo y de docencia para formar nuevos investigadores y su gran interés en ayudar a los científicos de áreas menos favorecidas. Mari Carmen Muñoz, una de sus discípulas, fue más escueta: "Se lo merece como nadie, estoy encantada", aunque luego coincidió en destacar su capacidad de trabajo: "Es muy creativo y tiene un gran entusiasmo".

Destacan los estudios de García Moliner sobre "los fenómenos del transporte de electrones en sólidos, adsorción química, la electrodinámica de superficies conductoras y dieléctricas", según el jurado. También se añade que es conocido en todo el mundo "su método de acoplamiento de las llamadas funciones de Green superficiales, que ha resultado decisivo para entender una variada fenomenología de ondas y electrones de sólidos. A través de estos trabajos ha contribuido a la creación de la Escuela Española de Física en Estado Sólido, que goza de gran reputación internacional". En la actualidad, según fuentes del CSIC, su campo de investigación se centra en las superredes y los pozos cuánticos.

El jurado, además de por Severo Ochoa y por Fernández-Rañada, estuvo formado por el director del Instituto Tecnológico Geo-Minero, Camilo Caride de Liñán; el bioquímico Francisco Grande Covián; la oceanógrafa Rosa Martínez-Silvestre; el biofísico Juan Oré; el microbiólogo Julio Rodríguez Villanueva; el físico teórico Emilio Santos Corchero, y como secretario el geólogo José Antonio Martínez lvarez.

Época difícil

Todos ellos pusieron especial énfasis en subrayar la capacidad de García Moliner para investigar y poner en marcha en España los estudios de física en estado sólido. "Tuvo que empezar en una época, como la posguerra española, difícil para la investigación", según Santos Corchero.

Para Oró, "la revolución tecnológica actual es una extensión y una aplicación de los conocimientos adquiridos con relación a la física del estado sólido". Ochoa añadió que la decisión del jurado ha sido "juiciosa y sabia, aunque nada fácil por la enorme calidad de los candidatos". Los demás miembros del jurado también destacaron la importancia de que el galardonado sea un español muy respetado en los círculos internacionales de su especialidad. Fernández-Rañada insistió en que "se trata de un científico de gran cultura, con el que resulta muy estimulante mantener una conversación".

Éste es el segundo de los nueve premios que otorga la Fundación Principado de Asturias este año y que serán entregados en un acto que se celebrará en Oviedo el próximo octubre. El galardón está dotado con cinco millones de pesetas y una estatuilla de Joan Miró.

La importancia de la ciencia básica

Federico García Moliner (Burriana, Castellón, 1930) reivindicó ayer el papel de la "investigación básica, porque sin ella no se va a ninguna parte", en sus primeras declaraciones a Radio Nacional de España tras conocer el premio. "La aplicación práctica es importante", añadió, "pero sin un gran esfuerzo en ciencia básica no es posible su aplicación futura".En una conversación telefónica desde la ciudad polaca de Torun, García Moliner, que manifestó a la agencia Efe su satisfacción por recibir el premio, señaló: "Considero que el galardón se debe no sólo a mi trabajo científico sino a haber dedicado una parte considerable de mis esfuerzos a intentar ayudar a otros y eso es lo más hermoso que pueda hacer uno".

En este sentido, el jurado resaltó que García Moliner se ha destacado por "su importantísima labor de apoyo a científicos de Iberoamérica y otros países a través de su posición de miembro permanente del Comité de Estado Sólido del Centro Internacional de Física de Trieste y su actividad como organizador de escuelas internacionales de ciencia".

El creador de la Escuela Española de Física en Estado Sólido estudió Ciencias Físicas en Madrid, donde concluyó la carrera en 1954, y se doctoró en Cambridge (Reino Unido) en 1958. Entre 1961 y 1964 trabajó en Illinois (EE UU) y desde entonces desempeña sus funciones en el CSIC, del que es profesor de Investigación. Entre 1974 y 1979, fue catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, formando parte del equipo fundacional de física de la universidad, alrededor de Nicolás Cabrera, aunque luego la abandonó por diferencias de criterio sobre su trayectoria. Está casado con Carmen Gil, viróloga en el CSIC, y tiene tres hijos. García Moliner ha publicado numerosos trabajos científicos, y su libro Introduction to the theory of solid surfaces es un clásico de la especialidad.

La física de la materia condensada estudia las propiedades de ésta a partir de sus átomos y electrones. "Esto es ciencia básica, pero también aplicada", según el físico Fernández-Rañada, "porque todos los dispositivos electrónicos que hay ahora, entre ellos los de la comunicación, dependen de materiales sólidos, por lo que se trata de una investigación muy importante desde el punto de vista tecnológico y económico".

Muchos de los elementos esenciales de los aparatos electrónicos, desde la televisión a las calculadoras y ordenadores o los fotómetros, están basados en el comportamiento de los electrones dentro de los sólidos.

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