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La izquierda, desorientada

Marchais y sus últimos fieles no han tenido que forzar su talento para confundir a sus contestatarios. La reunión del Comité Central, pedida por los refundadores, les ha confundido. Contra viento y marea, la línea dura ha salido reforzada. El comunismo, nacido a orillas del Neva, tendrá su museo en el Sena. Esta capacidad de resistencia contrasta con el desasosiego del Partido Socialista. Hasta el punto de preguntarse si los dirigentes del PS no están más desorientados que los del PCF por el desmoronamiento del comunismo en la URSS. Sienten, confusamente, que la ideología que constituye el fondo común de todas las variantes del socialismo acaba de recibir un golpe decisivo. Su desviación socialdemócrata disimula mal su desconcierto ante el éxito del liberalismo. ¿No es ésta la verdadera explicación de las dudas de Mitterrand, que se ha encontrado brutalmente privado de su punto de referencia ideológico? ( ... ) Marchais puede tomarse la revancha sobre los mitterrandnistas, que a menudo se han vanagloriado de haberle desplumado. ( ... ) Enojosa situación ésta, que coloca al PS en la necesidad de mantener en supervivencia artificial una asociación que se ha hecho insoportable. ¿Qué credibilidad tendrá la izquierda ahora para fustigar los acuerdos con el Frente Nacional? La intolerancia de los socialistas hacia la oposición es, según algunas opiniones, una forma disfrazada del centralismo democrático, tan del gusto de Marchais., 4 de septiembre

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