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LA RONDA

El señor del bello castillo de Batres

Vicente G. Olaya

A pesar de contar con uno de los más bellos castillos de la provincia, Batres es un municipio desconocido para la mayoría de los madrileños. Su cercanía a la capital le convierten, además, en un destino perfecto para una excursión de pocas horas.Batres se encuentra situado al sur de la Comunidad, a tan sólo 33 kilómetros de Madrid. Hasta él se puede acceder tanto por la N-V como por la carretera de Toledo. En el caso de tomar esta última, conviene recordar que su unión con Batres se encuentra en obras.

En el municipio viven unas 300 personas. La mayor parte de su población activa se reparte entre la construcción y el sector servicios. El pueblo carece totalmente de infraestructura turística.

El paisaje que rodea el término municipal es árido. Sólo el altozano sobre el que se asienta la fortaleza medieval está ceñido por una frondosa arboleda. Robles, álamos, madroños, pinos y arbustos dan cobertura a este castillo, de propiedad particular.

Camino empinado

Un empinado camino de tierra lleva frente a las puertas de esta construcción del siglo XII, remodelada 400 años más tarde. Está levantada en ladrillo cocido y sus pilares descansan sobre cimientos de pedernal. Su planta es cuadrada y conserva como parte más antigua la torre del Homenaje. El patio tiene una doble galería plateresca con columnas toledanas. A él se accede por una puerta renacentista de piedra, en cuya dovela se lee "Ave María Gratia". En el interior de la fortaleza, se reparten escaleras de caracol, galerías labradas, pozos y plantas subterráneas.

Señores del castillo fueron, entre otros, el obispo de Cluny, Fernán Pérez del Guzmán o el poeta renacentista Garcilaso de la Vega. Este escritor tiene dedicada una fuente en el patio, rodeada de inscripciones atribuidas a Góngora, Lope de Vega y Hurtado de Mendoza.

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El actual señor del castillo, Luis Moreno de la Cala, lo mantiene perfectamente conservado y lo destina principalmente para congresos y reuniones. Para el público sólo está abierto los martes y su entrada es gratuita.

El municipio también cuenta con otra curiosidad: la conocida como Cruz de Batres. Una reliquia que se conserva en la iglesia parroquial y que posee su propia leyenda. Un pastor encontró, entre los troncos que había recogido para hacer lumbre, una cruz. Parece ser que los vecinos de la cercana Afiover de Tajo la habían perdido en una procesión. Entre ambos pueblos surgieron las disputas. Al final, el papa Pío V tuvo que mediar entre ambos, dando la razón a los de Batres. A estos últimos les regaló unas sandalias que fueron guardadas en la iglesia. Durante la guerra civil desaparecieron.

Batres, dada su cercanía a Madrid y su pequeña extensión, es un municipio que puede ser visitado en pocas horas. Un buen destino para aquellos amantes de las historias medievales que quieran descubrir uno de los mejores castillos de Madrid. De todas formas, los que se decidan deben recordar que en el pueblo no hay servicio de comidas, si se exceptúa un pequeño bar cercano a la plaza.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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