Fabio Ochoa: "Me entregué a la justicia para favorecer la paz en Colombia"
"Me entregué a la justicia como un gesto individual que aspiro contribuya en la mejor forma posible al logro de la convivencia en Colombia". Esto dijo el narcotraficante Fabio Ochoa minutos después de declarar ayer ante el juez.
El menor del llamado clan Ochoa aclaró que los decretos del Gobierno están lejos de satisfacer los anhelos de los extraditables. El presidente César Gaviria, el ministro de Justicia y muchos colombianos esperan que este acto independiente de uno de los más grandes jefes del comercio de la cocaína sirva de ejemplo a los demás jefes de la mafia y se convierta en realidad una promesa que ellos mismos hicieron: entregarse en forma masiva.Fabio Ochoa, de 33 años, uno de los hombres más buscados por los organismos de inteligencia de Colombia y Estados Unidos, llegó vestido con vaqueros y camisa blanca al atrio de la iglesia del municipio de Caldas, al sur de Medellín, al mediodía del pasado lunes. Allí lo esperaba la directora de instrucción criminal de Antioquía, Marta Luz Hurtado.
La entrega voluntaria de Ochoa será la prueba de fuego para las medidas del Goblerno, que busca la paz con el narcotráfico. Si se cumple todo lo prometido por el presidente -no extradición, acumulación de cargos y rebaja de penas, garantías sobre la integridad de los narcos y respeto a los derechos humanos del detenido es -posible que otros capos se entreguen.
La gran incógnita gira alrededor de Pablo Escobar, el duro del cartel. Muchos creen que por la cantidad de cuentas pendientes que tiene con la justicia colombiana jamás se presentará al juez.
"El presidente Gaviria es un hombre que sirve y quiere a la patria", dijo en entrevista, con una cadena de radio Fabio Ochoa, padre de Jorge Luis, Juan David y Fabio Ochoa, los tres solicitados en extradición por EE UU. Ochoa, un conocido cuidador de caballos de pura sangre, se mostró feliz con la entrega de su hijo menor y espera que los otros dos lo imiten.
