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La caída de un ascensor causa heridas a siete 'marines' y dos mujeres en Benidorm

Siete marines norteamericanos y dos ciudadanas canadienses resultaron heridos leves, sobre las 23.45 horas del miércoles en Benidorm, al desplomarse desde un octavo piso el ascensor en el que viajaban, capaz para cuatro personas.La sobrecarga de peso, unos 300 kilos de más, a que fue sometido el ascensor del edificio Ibería de Benidorm provocó su hundimiento en el foso inferior de parada.

Aunque su capacidad era para cuatro personas o una carga máxima de 300 kilos, nueve personas decidieron bajar juntas desde la planta octava del edificio, situado en la avenida de Alcoy, frente a la playa de Levante.

En su recorrido, el ascensor adquirió una mayor velocidad de la habitual, lo que, junto al sobrepeso, provocó que su sistema de frenado no fuera lo suficientemente potente para parar en la planta baja, por lo que quedó empotrado en el foso, de medio metro de profundidad, donde está situada la caja de muelles de amortiguación del aparato.

A pesar del fuerte golpe del ascensor contra el suelo, ninguna de las personas resultó con heridas graves. Sólo cuatro de los nueve pasajeros presentaban algunas contusiones en brazos y piernas, de carácter leve.

Los siete marines forman parte de los 5.000 tripulantes del portaviones America, de la VI Flota norteamericana, que llegó el miércoles por la mañana a Benidorm para descansar durante 10 días. La Policía Militar de la Armada arrestó inmediatamente a los jóvenes marines.

Uso industrial"

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Por otra parte, la empresa Giesa, responsable del mantenimiento del ascensor que se desplomó el domingo en un hospital de Barcelona causando la muerte de sus siete ocupantes, aseguró ayer que el 90% de los 74 elevadores de características similares al siniestrado "son de uso industrial".

Jorge Ligüerri, directivo de Giesa, que no precisó la localización exacta de tales elevadores, añadió que los técnicos de la empresa están inspeccionando exhaustivamene todos estos ascensores "para garantizar su seguridad y correcto funcionamiento".

El ascensor accidentado, según fuentes de la investigación, alcanzó en su caída libre una velocidad de entre 70 y 80 kilómetros por hora.

Los 11 ascensores del hospital de Bellvitge -donde ocurrió el accidente- con fijación entre la cabina y las poleas mediante un perno roscado, pieza que se rompió causando el siniestro, fueron habilitados nuevamente ayer.

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