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RELIGIÓN

"Los homosexuales nos preceden en el reino de Dios", afirma el obispo francés Gaillot

"Los homosexuales nos preceden en el reino de Dios", afirma monseñor Jacques Gaillot, obispo de Évreux (Francia), en un artículo publicado en la revista para homosexuales Gai Pied Hebdo, tan sólo 15 días después de su polémica entrevista al mensual erótico Lui, caliente todavía en los quioscos.El cardenal Albert Decourtray, presidente de la Conferencia Episcopal, se mostró "desorientado" tras la entrevista de Gaillot en Lui, que provocó una manifestación de integristas ante la Nunciatura en París pidiendo la destitución del obispo contestatario.

Pero ahora monseñor Gaillot va más lejos y escribe personalmente un artículo titulado Ser homosexual y católico. "No es fácil hoy", escribe, "para las personas homosexuales ser responsables en la Iglesia a cara descubierta".

Cuenta que recibe siempre a los homosexuales que desean verle y explica el caso de François, "que me ha hecho comprenter unas palabras sorprendentes de Jesús en el Evangelio", aquellas en que Cristo dice: "Las prostitutas os preceden en el reino de Dios". Gaillot aplica esta misma frase a los homosexuales y añade: "Las comunidades cristianas se equivocarían al ignorarlos. Sin ellos no comprenderían toda la riqueza del Evangelio". Buscando excluirlos debilitarían su testimonio. Es importante que las personas homosexuales que se dicen católicas lo sean enteramente en las comunidades". El semanario dedica siete páginas a testimonios de homosexuales cristianos practicantes bajo el título Locas de Dios. El pasado mes de diciembre, monseñor Gaillot se declaró dispuesto a bendecir a una pareja de homosexuales si se lo pidieran.

"¿Todavía está usted vivo?"

Deseoso de ir al Vaticano a explicar sus ideas, el obispo de Evreux conmueve al episcopado y a los católicos franceses desde que en 1983 asistió a un juicio de un objetor de conciencia. Poco después votó en contra de un documento episcopal indulgente con la bomba atómica.Pacifista y miembro de SOS Racismo, acude a la prefectura a defender a los inmigrantes que corren el riesgo de ser expulsados, visita las cárceles y las fábricas en conflicto, abre las iglesias para acoger a huelguistas de hambre, se opone a la pena de muerte y apoya el levantamiento palestino en los territorios ocupados por Israel, defiende los preservativos, la píldora abortiva, la escuela laica y la ordenación de los hombres casados y aprueba la película La última tentación de Cristo.

En su última visita al Vaticano, el cardenal Gantin, prefecto de la Congregación de los Obispos, le saludó así: "¡Cómo! ¿Todavía está usted vivo?".

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