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Ungo: "La guerrilla comprende nuestra participación electoral"

"Nuestra reinserción en la vida política del país no ha sido nunca mal vista por el FMLN [Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional] y en esa lógica es normal para ellos nuestra participación electoral", ha declarado a este diario en Madrid Guillermo Ungo, candidato de la izquierda salvadoreña a las elecciones presidenciales de El Salvador de marzo próximo englobada en la llamada Convergencia Democrática (CD). "Ni el FMLN nos va a poner zancadillas, ni nosotros a ellos", dice el veterano político socialdemócrata al referirse a la guerrilla.

Ungo, líder del Frente Democrático Revolucionario (FDR), subraya que las diferencias que existen entre el FDR y la guerrilla son de carácter -"nuestra naturaleza no nos permite trabajar por una vía insurreccional, aunque creamos que sea eficaz"-, pero coinciden en el diagnóstico de que la solución a la guerra pasa por un proyecto nacional pluralista.Cree Ungo que los próximos comicios van a servir para poco, dadas las dificultades objetivas que significa luchar contra los poderes fácticos como son el Ejército salvadoreño y Estados Unidos y la cultura de fraude de la que están impregnadas la ultraderechista Alianza República Nacionalista (Arena) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), las dos principales fuerzas políticas del país. "No vamos a participar en las elecciones pensando que los votos se cuentan bien. Hemos aprendido que El Salvador es un país donde no hay democracia. Creemos entonces que los votos no cuentan, pero sirven de algo. Además, no es sólo los votos lo que buscamos, sino tener mayor fuerza política, mayor presencia nacional y mayor capacidad de crear condiciones de solución política", declara.

El candidato presidencial afirma, sin embargo, que lo más importante es que "en sólo seis meses hemos conseguido ya convertirnos en tercera fuerza política y qué nuestra capacidad potencial de crecimiento es enorme". Ni Arena, ni el PDC, dice Ungo, han podido hasta ahora convertirse en fuerzas mayoritarias. "Hemos derrotado al sistema contrainsurgente, que ha pretendido hacer de nosotros una izquierda bonsai, una izquierda enana, que no puede crecer a causa de la represión".

Ungo, que no percibe grandes cambios con la llegada de Bush a la presidencia de Estados Unidos, dice que la estrategia norteamericana de mantener una guerra de baja intensidad en El Salvador se puede dar ya por fracasada, porque no ha conseguido debilitar a la guerrilla, y que el propio Ejército es consciente de ello.

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