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Contra la muerte súbita

Es posible identificar a los pacientes con alto riesgo de infarto

La identificación de pacientes con alto riesgo de muerte súbita cardiaca es uno de los problemas más acuciantes y apasionantes que la cardiología actual tiene planteados. En Estados Unidos mueren aproximadamente unas 400.000 personas al año de muerte súbita cardiaca. En nuestro país no se dispone de cifras al respecto, pero algunos estudios estiman que pueden ocurrir unos 50.000 casos anuales. El hospital Primero de Octubre -Doce de Octubre a partir del próximo mes- de Madrid dispone del primer laboratorio en España con una nueva técnica para detectar a estos pacientes.

La mayoría de estos fallecimientos se deben, según los expertos, a un trastorno del ritmo del corazón llamado fibrilación ventricular, la cual es precedida invariablemente por otra arritmia llamada taquicardia ventricular.Los estudios realizados en individuos fallecidos en estas circunstancias revelan que padecen enfermedad de las arterias coronarias y generalmente han tenido un infarto de miocardio previo.

Cuando ocurre la muerte de una parte del músculo cardiaco por no llegarle suficiente cantidad de sangre por las arterias que le nutren (infarto de miocardio), las células que rodean a la zona destruida pueden generar estímulos eléctricos anormales. Estos trastornos del ritmo cardiaco (arritmia) pueden conducir a la muerte súbita. La mayoría de las arritmias ocurren dentro de las dos primeras semanas del infarto, y la mitad de los pacientes mueren en el primer mes.

La posibilidad de poder seleccionar un grupo de personas con alto riesgo de padecer arritmias letales supondría, según el doctor Paylos, director de la unidad de arritmias en el Primero de Octubre, el poder incidir en la mortalidad global por esta causa de muerte de manera significativa, al poder instaurar el tratamiento oportuno.

Hasta el momento actual, el método más fiable para determinar si un paciente puede tener en su corazón un foco generador de estas temibles arritmias era la realización de un estudio electrofisiológico intentando reproducir la arritmia en el laboratorio. Pero esta técnica es cruenta, no exenta de riesgos y requiere hospitalización durante unas horas y realizar cateterismo cardiaco, lo que, junto con el coste económico, lo convierte en un método no ideal de selección de este tipo de enfermos.

En los últimos pocos años varios investigadores han descrito en pacientes propensos a presentar ciertos tipos de arritmias graves, que pueden llevar a la muerte súbita, un hallazgo común en el electrocardiograma (ECG): unos potenciales de bajo voltaje y alta frecuencia llamados potenciales tardíos ventriculares.

Arritmia juvenil

Debido a que estas señales se originan desde una pequeña masa del miocardio, comenta este cardiólogo, la mitad de las mismas es pequeña y no puede ser detectada por un ECG normal. Es necesario disponer de ECG de alta resolución que, gracias a técnicas de promediado y amplificación de las señales, permite registrar este tipo de actividad eléctrica cardiaca desde la superficie del cuerpo, a la cabecera del enfermo.Gracias a esta técnica novísima de detección de potenciales tardíos -señala Laylos-, es posible identificar de una manera incuenta a los pacientes con alto riesgo de presentar muerte súbita tras un infarto y un diagnóstico y tratamiento mejor de las arritmias malignas. Además, concluye este doctor, la muerte súbita puede ocurrir también en personas, incluso jóvenes, con otras enfermedades cardiacas y que pueden beneficiarse de esta técnica.

La disponibilidad de este nuevo procedimiento en un hospital como el Primero de Octubre, que cuenta con el médico español con mayor experiencia en cirugía de la arritmia, como es el doctor Rufilanchas, y con un bien dotado laboratorio de electrofisiología cardiaca, permitirá, según Paylos, llevar a cabo un ambicioso programa de trabajo en el área de salud del sur de Madrid.

Para ello se contará con la colaboración de los hospitales (Leganés, Virgen de la Torre) y centros de salud de la zona (Parla, Villaverde), cuyos cardiólogos y generalistas podrán remitir a los pacientes subsidiarios de tal técnica.

A través del Fondo de Investigaciones Sanitarias de la Seguridad Social, que financió la compra de los aparatos, el doctor Paylos quiere presentar su proyecto de investigación en la Comisión Científica de Investigación de la CE.

La consulta abierta en el Primero de Octubre -señala este doctor- permitirá el contacto telefónico mediante línea directa con los pacientes. Por otra parte, está en marcha un programa de información general de la población del área, así como información específica a los pacientes de corazón de alto riesgo, prosigue Paylos, quien se siente orgulloso de que este programa de atención a los pacientes con tecnología puntera e investigación vanguardista pueda ser llevado a cabo desde la Seguridad Social.

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