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Expertos europeos cifran el reto del Viejo Continente en modular su cambio

Fernando Morán, eurodiputado socialista, clausuró ayer el curso que sobre los acuerdos Reagan-Gorbachov ha reunido en El Escorial durante dos semanas a expertos norteamericanos, soviéticos y europeos. Como conclusión, todos ellos se han mostrado poco optimistas respecto a nuevos y espectaculares acuerdos de desarme entre EE UU y la URSS en los próximos años. Para los participantes europeos, el reto del Viejo Continente es modular el ritmo del cambio que debe aplicar a sus actuales esquemas de seguridad, políticos y económicos, frente a la nueva situación mundial.Los soviéticos han pedido a Europa Occidental que asuma la honestidad del deseo de cambio en la URSS y en los países de Europa Oriental, así como sus ofrecimientos de desarme y firmar un "tratado de prohibición exhaustiva de pruebas nucleares". Los expertos han sido muy sinceros a la hora de analizar las dificultades económicas y la crisis política que atraviesan esas naciones. Por su parte, los norteamericanos han demostrado durante el curso que, aunque su imperio no esté en decadencia, su pensamiento estratégico peca de esquematismo y falta de flexibilidad.

Así, Robert Earle, consejero político de la Embajada de Estados Unidos en Madrid, procuró durante su intervención del pasado jueves demostrar que su país no está en decadencia. "El pueblo norteamericano sigue creyendo que tiene un papel que cumplir", afirmó. Según. Earle, EE UU "no se siente amenazado por el ascenso de amigos y aliados en la esfera internacional". Para el consejero de la Embajada estadounidense, es la URSS la que se enfrenta a "un imperio de absoluta decadencia", manteniendo una "doctrina exterior ofensiva y un ingente programa armamentístico" pese a la perestroika.

Mayores compromisos

Earle indicó que tanto Georges Bush como Michael Dukakis, candidatos republicano y demócrata, respectivamente, a la Presidencia de EE UU, tienen básicamente una "concepción semejante" en política exterior, exceptuando la menor relevancia que el demócrata da a la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI). La próxima Administración hará un inevitable llamamiento a que Europa Occidental asuma mayores compromisos presupuestarios en la defensa atlántica, pero no se producirá, señaló Earle, "un debilitamiento del compromiso de Estados Unidos en la OTAN".En este sentido, el almirante británico James Edberle, director del Real Instituto de Asuntos Exteriores de Londres, señaló que las relaciones entre EE UU y Europa Occidental conocerán "un nuevo nivel de tensión como resultado de la determinación norteamericana de "repartir la carga económica de la defensa atlántica". Edberle indicó que es la carga política la que debe ser compartida y que la construcción europea debe considerar también la faceta defensiva.

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