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Los científicos del programa antártico creen que su presupuesto es insuficiente

El vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Javier López Facal, ha señalado durante el I Encuentro Iberoamericano de Estudios Antárticos, celebrado esta semana en Madrid, que el presupuesto para llevar adelante el programa antártico español, cercano a los 9.000 millones de pesetas para los próximos cuatro años, es totalmente insuficiente.

"La construcción del barco polar oceanográfico proyectado costará, aproximadamente, esa cifra. Tampoco se han presentado proyectos de investigación sobre la Antártida que garanticen la continuidad del programa. No sabemos qué se va a hacer a partir de septiembre, por lo que el futuro es más bien oscuro", manifestó López Facal.

El vicepresidente del CSIC dijo que en la campaña antártica 1987/88, que ha culminado con la instalación de la primera base científica española en la isla Livingston, no se han gastado más de 160 millones de pesetas por que el flete de los módulos de la base se hizo gratis, merced al apoyo de una expedición de la Academia de Ciencas de Polonia. "Estamos utilizando de forma inadecuada módulos polacos que están en nuestro propio campus, por lo que la primera medida debería ser comprar esos módulos". El jefe de la base, Jaime Ribes, intervino para decir que esos módulos están cedidos en usufructo y con opción de compra hasta finales de este año; y que un problema aún mayor podría ser que aparecieran por la base "piratas que se dedican a reventar bases".

Facal dijo también que era necesario completar la estación y constituir un comité antártico español. El director general de Cooperación Técnica Internacional del Ministerio de Exteriores, Antonio Oyarzábal, dijo que si la base se queda pequeña habrá que hacer más esfuerzos científicos para ampliarla. "Si es necesario", afirmó Oyarzábal, "en cinco o seis años es posible que se creen más bases o se amplíe la actual". España ya ha hecho su petición formal para integrarse de pleno derecho en el Tratado Antártico.

A las puertas

"En estos momentos", dijo Oyarzábal, "hay tres países que están a las puertas de esta organización: Suecia, Perú y España. Sabemos que hay presiones de Suecia en perjuicio de España. También hemos visto maniobras reticentes o maniobritas de Estados Unidos contra nuestra candidatura. Pero lo cierto es que en septiembre u octubre esperamos ser convocados en París a una reunión del Tratado Antártico, y creo sinceramente que nuestra candidatura va por buen camino".

Se habló también en este encuentro de la construcción de un buque polar español para 1991 y de la posibilidad de crear una universidad antártica iberoamericana en Punta Arenas (Chile), aunque no está clara su financiación. El proyecto del barco polar está en su primera fase y según Juan Carlos Sánchez, ingeniero naval de la empresa nacional Bazán, encargada de construirlo, existen algunos problemas burocráticos que han retrasado la orden de ejecución del mismo.

El capitán de fragata Carlos Rodríguez Casaú, comentó que existe una propuesta, que será enviada al Consejo de Ministros, para que el buque sea asignado a Defensa. Un participante en la reunión preguntó por qué no se daba más protagonismo a sectores civiles, como el de la marina mercante, en las expediciones a la Antártida. El vicealmirante Julio Albert Ferrero, presidente de la asociación de estudios del mar (Asesmar), contestó con tono airado y un tanto autoritario que una de las razones era que "el marino de guerra está acogido al régimen militar, sale más barato que el marino mercante y no crea problemas laborales".

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