Nueva etapa en Chipre
LA ELECCIÓN de Georgios Vasiliu como presidente de Chipre inicia una nueva etapa en la historia de esta isla mediterránea, en la que desde el instante mismo de su independencia, en 1960, han abundado los conflictos internos. En los resultados de esta elección presidencial ha desempeñado un papel decisivo la voluntad de la comunidad grecochipriota de superar la división de la isla que se produjo en 1974 con la entrada de las tropas turcas. Su parte meridional, habitada por los grecochipriotas, es la que constituye desde entonces la República de Chipre, reconocida internacionalmente. La parte norte está separada por una frontera de hecho, y desde 1983 en ella se ha creado una República Turca del Norte de Chipre, que no ha obtenido ningún reconocimiento internacional, salvo el de su patrocinadora, Turquía. Sin embargo, existe una amenaza latente de que la escisión entre dos Chipres se eternice, y el deseo de alejar esa amenaza ha pesado en la reciente elección.La etapa que termina ha estado marcada por 10 años de presidencia de Spyros Kyprianu, el cual asumió la dificil sucesión del arzobispo Makarios. Su actitud ha sido intransigente en el tema de una eventual solución negociada con el Norte. Tal intransigencia concitó contra él la oposición tanto de la derecha como de los comunistas. Pero en las elecciones parlamentarias de 1985 el partido de Kyprianu resultó ganador y éste salió reforzado en su posición de jefe del Estado. Desde esa fecha hasta ahora se ha producido a todas luces una evolución profunda en la mentalidad de la población chipriota, sobre todo en el tema de la unificación.
Sin tal evolución el triunfo de Vasiliu sería incomprensible. Éste, economista multimillonario con influencia en el mundo de los negocios, contó desde la primera vuelta de la elección con el apoyo del partido comunista, Akel, que siempre ha tenido en la política chipriota una influencia amplísima. En la segunda vuelta obtuvo el apoyo del pequeño partido socialista, EDEK, cuyo candidato quedó por debajo del 10% de los votos en la primera vuelta. Pero no bastaba. Por tanto, los electores que han decidido la victoria de Vasiliu han sido los que habían votado a Kyprianu en la primera vuelta. ¿Por qué estos votantes, de una ideología de centro-derecha, han preferido apoyar a Vasiliu antes que al candidato de la derecha, Clerides? Las actitudes de Vasiliu y de Clerides eran ambas más flexibles que la de Kyprianu en cuanto a la negociación con el Norte, pero Vasiliu aparecía menos blando, más firme en defender condiciones básicas para los grecochipriotas.
Un factor importante para promover actitudes favorables a la negociación con el Norte ha sido el encuentro de Davos, el mes pasado, entre los jefes de Gobierno de Grecia y Turquía, Papandreu y Ozal, respectivamente, en el que se ha trazado un plan de negociaciones.
En todo caso, las dificultades seguirán siendo enormes. Entre las propuestas de los dirigentes del Norte, que aspiran a la existencia de dos Estados, con tenues lazos confederales, y el proyecto de Vasiliu de República federal, las diferencias son considerables. Hay además una condición previa decisiva: la retirada de las tropas turcas establecidas en la parte norte. No está claro que Turquía esté dispuesta a renunciar a esa presencia militar. Todo depende ahora de las posibilidades que puedan abrirse a una nueva mediación de la ONU con el recién elegido presidente.
