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Carlucci garantiza en Múnich el compromiso de EE UU con la defensa de Europa

La confusión que ha producido en la OTAN la situación creada con el acuerdo norteamericano-soviético para eliminar los misiles de alcance intermedio (INF) ha quedado patente en la 25ª Conferencia de Ciencia Militar, tradicional foro de estrategia de la Alianza Atlántica, que concluyó ayer en Múnich (Alemania Occidental). El secretario de Defensa de EE UU, Frank Carlucci, garantizó el apoyo de su Gobierno a la defensa de Europa. Se percibió mayor disposición a ver sin las habituales reticencias el reforzamiento del pilar europeo. Pero quedaron en evidencia las divergencias sobre las prioridades en el diálogo con Moscú y la pendiente revisión global de la estrategia defensiva de la OTAN.

Carlucci acudió a Múnich a dar garantías, especialmente a la RFA, de que los esfuerzos por reforzar la unidad europea en cuestiones de defensa cuentan con el apoyo de Washington "también en lo que al gasto militar se refiere", señaló no sin ironía un asistente.El desarme convencional que reduzca la superioridad del Este en el continente en este tipo de armamento es la máxima prioridad de la alianza en la actualidad. En Múnich no se percibieron indicios de que Occidente vea hoy avance alguno en este campo, pese a las conversaciones que se celebran en Viena entre los 16 miembros de la OTAN y los siete del Pacto de Varsovia.

El canciller de la RFA, Helmut Kohl, ya manifestó tras una reunión con Carlucci en Bonn que "la superioridad del Pacto de Varsovia en el terreno convencional es el problema central de la seguridad europea". Los temores de Bonn a quedar sometido a un riesgo superior al resto de la Alianza Atlántica tras la retirada de los euromisiles fueron rechazados por los otros miembros. Los países europeos con armamento nuclear -Francia y el Reino Unido- se consideran tan amenazados por una agresión soviética como los alemanes occidentales.

Kohl y el jefe del Grupo Parlamentario Democristiano en el Bundestag, Manfred Dregger, salieron al paso de informaciones que sugieren el apoyo de Bonn a una tercera opción cero con la eliminación total del armamento nuclear de corto alcance. Ambos insistieron en que la disuasión nuclear sigue siendo la base de la defensa occidental. Kohl defendió asimismo el eje franco-alemán frente a las críticas abiertas de Roma y Londres.

Quedó claro que la ofensiva de la RFA por lograr rápidamente un acuerdo para la eliminación y prohibición de las armas químicas no tiene apoyo en la OTAN. "Aquí no hay avance alguno. Las posibilidades de verificación de un acuerdo de este tipo son hoy nulas", manifestó un miembro de la delegación española, que presidía el ministro de Defensa Narcís Serra.

Con ocasión del 25º aniversario de los encuentros acudieron a Múnich los ministros de Defensa de todos los países miembros de la Alianza Atlántica. Carlucci mostró mayor comprensión que su antecesor, Caspar Weinberger, hacia los esfuerzos de algunos países miembros de la alianza para reforzar el pilar europeo de la OTAN. El encuentro tuvo una nutrida presencia de congresistas y senadores norteamericanos, entre ellos el senador Sam Nunn.

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