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"Una vez consagrados, los artistas pierden el interés en la aventura espiritual"

lleana Sonnabend lleva 25 años coleccionando obras de jóvenes

La colección de Ileana Sonnabend, inaugurada ayer en el Centro de Arte Reina Sofía, ocupa prácticamente toda la primera planta. A través de ella se puede ver la evolución de las artes en los últímos 25 años. Como galerista y como coleccionista ha sabido ver con anticipación quiénes iban, a ser los artistas del momento. "Sólo me interesan los jóvenes artistas. Después -una vez consagrados- la aventura espiritual desaparece", afirma.Dice lleana Sonnabend que en Nueva York vive en un apartamento muy pequeño, Ilevo una vida bohemia en un barrio bohemio", afirma con una modesta sonrisa. La exposición en el Reina Sofia es la primera que hace de toda su colección y, por tanto, la primera vez que ve todas sus obras juntas. Es la gran fiesta. Cerca de 200 piezas ponen en su sitio ese puzzle que es el arte de los últimos 25 años."Empecé demasiado tarde, pude haberlo hecho en mi Juventud, pero entonces estaba interesada en otras cosas", declara. "Nací en Rumanía y salí de allí a los 18 años, nunca más volví. Estuve casada con Leo Castelli cuando abrió su galería en 1939 en París, trabajamos juntos, pero entonces no pensé en dedicarme a ello, me interesaba la psicología. Durante la guerra conocí a muchos artistas, muchos exilíados y norteamericanos. Conocí a De Kooning, Pollock, Barnett Newman, Rothko y mucha gente interesante".

"Me divorcié de Leo, me volví a casar un año después y decidimos mi marido y yo pasar una temporada en Europa. Mi marido era coleccionista y experto en arte. Conocíamos a los artistas del pop norteamericano y deseábamos mostrar su obra en Europa. Estábamos en París, y las galerías se negaban, no tenían dinero, no querían mostrar a estos artistas demasiado jóvenes y extraños, hacían pinturas no humanistas y no los querían exhibir. Mi marido decidió alquilar un espacio por algunos meses y presentarlos".

"Pensábamos que los trabajos eran tan buenos que deberían ser expuestos. Me gusta compartir mi entusiasmo por algo. Había trabajos de Jasper Johris y Raushenberg, que ya eran un poco conocidos en Europa, pero había también trabajos de Warhol, Líchtenstein, Dine, Olderiburg, Segal, Rosenkvist y otros que se hicieron conocidos después. Nuestra intención no era comercial porque pensamos que no se vendería nada. Desafortunadamente, sí vendimos", dice con ironía.

lleana Sorinabend.

Recon.ocer a los grandes artístas desde: el principio no es cosa fácil. "So,y muy instintiva y creo) que en primer lugar es cosa de. emoción, pero también, claro) está, de conocimiento. Cuando) me encuentro cerca a mí misma me resulta más fácil distinguirlos, es como el zen. Soy curiosa, deseo comprender el mundo en el que se desarrolla el artista".

Parece- una mujer frágil, aunque no debe de serlo. Recuerda por su aspecto y actitud a Juana Mordó. Nlanifiesta que no piensa dejar de comprar obras de artey que su mayor satisfacción es descubrir nuevos artistas.

"Conocer al artista es importante, por supuesto. Pero más importan-te aún es reconocer al artista que tiene un mundo propio, un universo personaí y que no pinta a la manera de. He cono -cido muchos artistas, y mucho!; de ellos han sido buenos amigos míos durante mucho tiempo".

"Sólo me interesa coleccionai, a los jóvenes. A un buen artista se le reconoce en sus primeras

MARIA MORENO

obras. La gente cree que esto del arte, es un juego, pero una vez que reconoces y sientes lo que un arti1sta vale, puedes, decir que es la inversión más segura. Después -tina vez descubiertos, una vez consagrados- la aventura espirituial desaparece. Por ejemplo, aunque admiro mucho a Dubuffet, compré obra de sus primeros tiempos, pero no hubiese comprado los últimos. Todo resultahaya bastante obvio".

De alguna manera las galerías

mParís y Nueva York de lleana

Sonnabend sirvieron de puente entre estos dos polos del arte internacional. "La exposición del pop en 1962 fue el punto de partida de las actividades de la galería. Siempre he mantenido un estrecho contacto con el arte europeo, aun después del cierre de la galería en París". En 1970 se instala en Nueva York y mantíene hasta hoy ahí su galería. Al irse llevó a América sus artistas e.uropeos, entre ellos Anne y Patrick Poirier, Piero Manzoni, Giulio Paolíni y Mario Merz.

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