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El cine español pierde 74 millones de espectadores en tres años

En los últimos tres años el cine en España ha perdido 74 millones de espectadores, lo que ha obligado a cerrar 1.180 salas de proyección. Las pérdidas más fuertes se produjeron en 1984, con un bajón de 43 millones de espectadores. Sin embargo, la bajada del listón simbólico de los 100 millones de entradas no tuvo lugar hasta 1986, en que únicamente se contabilizaron 84 millones de asistentes a las salas de exhibición. Estos son algunos de los datos sobre la crisis del cine que se mencionaron en una mesa redonda celebrada en el marco de la 32ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), en la que con el título La exhibición, ¿víctima o verdugo? se debatió la situación del sector de exhibición cinematográfica en España. Sin embargo, pese al bajón de las cifras, el cine no es un cadáver porque "el público que asiste, en más de un 50%, no llega a los 25 años y los jóvenes no se interesan por los cadáveres".Las denuncias sobre la mala calidad en los sistemas de proyección, incomodidad de las salas y especialmente contra la política de programación y alteración habitual de los formatos originales de las películas fueron plato frecuente durante el debate.

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Fernando Trueba, productor y director cinematográfico, opinó que el sector de exhibición "se ha quedado obsoleto y anticuado" en su mayor parte y denunció una alarmante falta de profesionalización porque "la exhibición en España es una casta, un tradicional negocio de familia y algunos no entienden una palabra de cine". Carlos Pumares fue aún más expeditivo y aseguró que en ocasiones "al espectador se le trata a patadas" y que sectorialmente el consumidor de cine es el peor tratado en nuestro país en medio de una indiferencia y pasividad general.

Modernizarse

José del Villar, que representaba a la patronal de los exhibidores españoles, encajó lo que pudo y abundó en la situación de crisis y descapitalizaación, aunque negó que el sector no tenga interés en modernizarse: en los últimos tres años 1.037 de las 2.640 salas de cine que hay actualmente en España, han realizado reformas en sus sistemas técnicos.María Ángeles Gutiérrez Fraile, subdirectora general de cine, reconoció en nombre de la Administración el bajón de taquilla y explicó el plan de reconversión que supondrá a partir de enero una inversión global de 7.000 millones de pesetas en créditos concedidos por el Banco de Crédito Industrial con intereses subvencionados por el Ministerio de Cultura. El crédito, de hasta el 70% del total de la inversión y a un 8,5% de interés, se concederá a empresarios que vayan a reformar o crear salas de proyección.

Las minisalas o multicines parecen diseñarse como alternativa de futuro. En Francia representan más del 50% de las pantallas y superan el 75% de la recaudación. José del Villar apuntó que las grandes compañías americanas recomiendan, sin embargo, que las salas no deberían tener una capacidad menor de 400 localidades, pero otras voces subrayaron que los grandes sencillamente mostraban su alarma ante "el fenómeno de las pequeñas salas que se les han ido de las manos".

El gran ausente del debate fue el sector de la distribución, que según la Seminci no aceptó la invitación para estar en la mesa. La imposición de lotes completos de películas a los distribuidores y la concesión de exclusivas hipoteca, según éstos, la capacidad de programación.

Ángeles Gutierrez Fraile afirmó que en España se hacen actualmente contrataciones de películas en las que el distribuidor exige porcentajes por encima del 50% de la recaudación total, lo que es un fenómeno de carestía inusual en Europa que se justifica por la existencia del supuesto fraude en el control de taquilla. La inmediata informatización del control de ventas permitirá dotar de transparencia al sistema.

Mejorar la comodidad de las salas, la calidad de proyección y especialmente agilizar y diversificar la distribución de películas y las programaciones en los cines son las salidas para un futuro. Respecto al deterioro de la situación actual, Trueba conté una anécdota reveladora: hay salas en Madrid que proyectan las; películas en formato cuadrado, sin utilizar el cash o ventanilla adecuada, "viéndose los micrófonos de sonido sobre la frente de Paul Newman".

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