Un general de una tribu rival derroca al presidente Obote
El presidente ugandés, Milton Appolo Obote, de la tribu langi, fue derrocado ayer, en un golpe de Estado incruento, por el general de brigada Basilio Olara Okeilo, de la tribu rival acholi, quien se ha colocado al frente de un Gobierno militar. Al parecer, Obote se halla refugiado en Kenia, donde se ha reunido con su esposa, que participó en Nairobi en la conferencia de la ONU sobre la mujer. Por su parte, el Movimiento Nacional de Resistencia (MNR) ugandés hizo público su apoyo a los golpistas.
En Kampala, la capital ugandesa, se decretó inmediatamente el toque de queda y el cierre del aeropuerto de Entebbe, según un comunicado difundido por Radio Kampala, captada en Nairobi. La radio nacional ugandesa interrumpió su programación habitual hacia las 11.30 de la mañana (10.30 hora peninsular española), y un portavoz del general Olara Okello comunicó que los militares habían tomado el poder.Testigos presenciales manifestaron que, a la llegada de Okello y sus tropas a la capital y durante aproximadamente cinco minutos, se oyeron explosiones y disparos de mortero, aunque no se registraron víctimas. La situación en Kampala era de tranquilidad, según una fuente contactada por teléfono por la agencia France Presse. Apenas unas horas después de que fuera anunciado el golpe, miles de civiles ocuparon las calles de la capital ugandesa para manifestar su apoyo al nuevo Gobierno militar.
Ésta es la segunda ocasión en que Obote es víctima de un golpe de Estado. Había vuelto a la presidencia el 15 de diciembre de 1981, tras ser derrocado por vez primera en 1971 por Idi Amin Dada, quien ha manifestado su apoyo al golpe desde su exilio de Arabia Saudí. En el interregno, el ahora depuesto vivió exiliado en Tanzania. Obote llegó al poder en Uganda en las primeras elecciones generales que se celebraron tras la independencia de la ex colonia británica en 1962.
Este hombre de 61 años, nacido en una familia de campesinos, pertenece a la tribu de los langi, etnia de la que ha elegido a sus más próximos colaboradores y en especial a su jefe del Estado Mayor, el general de brigada Smith Opon-Acak. Han sido precisamente rivalidades étnicas con otra tribu del norte, la de los acholi, a la que pertenece el general Okello, las que acaban de provocar la caída de Obote.
Los sucesos que condujeron al golpe comenzaron con la rebelión de varias unidades del norte del país tras diversos enfrentamientos tribales entre militares de las etnias acholi y langi, predominantes en el Ejército. La radio ugandesa ya había anunciado en la noche del jueves al viernes que se habían producido choques violentos en el norte.
Deserción de oficiales
La rebelión, que había estallado en esa zona del país, fue definida el viernes por Obote como una deserción de oficiales para unirse a los partidarios de Amin Dada y a los "bandidos" de Yoweri Museveni, ex ministro de Defensa y jefe del Ejército de Resistencia Nacional (RNA), brazo armado del MNR, que también lidera Museveni. Obote declaró que el Gobierno ugandés haría lo posible para que ningún ugandés, miembro del Ejército, de la policía, del Gobierno o simple ciudadano tuviera problemas por razón de su etnia o de su religión.Museveni, así como los oficiales del Ejército regular, fueron invitados a través de la radio a presentarse "inmediatamente" a los altos oficiales de la policía de Kampala. En el comunicado se pedía a Museveni que participara en la reconstrucción de la nación junto a los oficiales del Ejército Nacional de Liberación de Uganda (UNLA, nombre dado al Ejército regular tras la liberación de Uganda de Amin Dada). El jefe del principal movimiento de oposición armada al régimen de Obote manifestó a través de un portavoz que el NRA está dispuesto a trabajar con el nuevo poder. El citado portavoz precisó que Museveni se encontraba "fuera del país", y aunque no dijo dónde, las últimas informaciones lo sitúan en Suecia.
El Gobierno tanzano, vecino de Uganda, se negó a intervenir militarmente en este país tan sólo 24 horas antes del golpe. Miembros del Gobierno ugandés, entre los que al parecer se hallaban el vicepresidente, el primer ministro y el ministro de Asuntos Exteriores, volaron inesperadamente el jueves a la capital tanzana, Dar es Salam, para tratar de la deteriorante situación en su país.
Por su parte, el Ministerio británico de Defensa informó que "de momento" no llamaría a los 14 consejeros militares británicos que desde 1984 se encuentran en Uganda para entrenar a los oficiales y suboficiales de la escuela de Infantería de Jinja. La escuela, a 50 kilómetros de Karnpala, se encontraba incomunicada tras el golpe.
