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Gorbachov destituye al jefe de las fuerzas de misiles estratégicos de la URSS

Pilar Bonet

El mariscal Vladimir Tolubko, de 70 años, ha sido sustituido como comandante en jefe de las fuerzas de misiles estratégicos de la URSS, cargo que ocupaba desde 1972. El mariscal, que era también viceministro de Defensa, se convierte así en otro de los altos cargos castrenses afectados por la oleada de relevos en las altas jerarquías militares y políticas emprendida bajo el mandato de Mijail Gorbachov.

El general Nikolai Chervov, jefe de la Dirección del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Soviéticas, manifestó ayer, en una conferencia de prensa celebrada en Moscú, que Tolubko ha sido sustituido por un militar "joven, capaz y de talento", cuyo nombre se negó a revelar.Tolubko, que ingresó en el Ejército en 1932 y en el partido comunista en 1939, ha pasado a incorporarse a la Inspección Central del Ministerio de Defensa, un cuerpo de control sobre la preparación militar de las tropas considerado como un retiro para los ancianos generales relevados del mando directo.

Las fuerzas de misiles estratégicos incluyen los cohetes de largo y medio alcance, tienen por objeto destruir los medios de ataque nuclear del enemigo y apoyar a las flotas navales. Están consideradas como una rama de elite entre los cinco cuerpos del Ejército soviético.

En la inspección central, Tolubko estará acompañado por el antiguo jefe de la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Soviéticas, el mariscal Alexei Yepishev, según confirmó ayer el general Chervov.

La sustitución de Yepishev por el general Alexei Lizichev, que procede del mando soviético en territorio de la RDA, fue también ratificada por el general Chervov. El día anterior, el órgano del Ejército Krasnia Zvezda había informado del encuentro entre Lizichev y una delegación siria que visitaba Moscú, citando al general Lizichev en sus nuevas funciones.

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Sin noticias de Ogarkov

Sobre el destino del mariscal Nikolai Ogarkov no se tiene aún confirmación oficial. Los rumores sobre la posibilidad de que Ogarkov sustituya al actual comandante en jefe de las tropas conjuntas del Pacto de Varsovia, Víctor Kulikov, no fue ni confirmada ni rebatida por el general Chervov. "No disponemos de tal información", dijo Chervov, esbozando una sonrisa.

Ogarkov, que perdió sus puestos de primer viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor en 1984, es actualmente una figura en alza. Así lo demuestra la reciente publicación de un libro suyo -La historia enseña violencia- editado por el Ministerio de Defensa.

Los motivos de la caída en desgracia de Ogarkov, que en su tiempo se atribuyeron a un enfrentamiento entre las jerarquías política y militar de la URSS, siguen siendo todavía hoy objeto de controversia.

Fuentes soviéticas aseguran que el apartamiento de Ogarkov de la alta jerarquía militar se debió a los deseos del mariscal de ejercer un mayor poder centralizado sobre los distintos cuerpos de las fuerzas armadas soviéticas.

En este intento, Ogarkov chocó, según esos informantes, con la resistencia de veteranos altos mandos militares, celosos de conservar prerrogativas. Los altos mandos influyeron a su vez ante Ustinov, consiguiendo impedir los fines de Ogarkov.

Las ideas de Ogarkov, un brillante teórico militar, parecen merecer ahora toda la simpatía del máximo dirigente soviético, Gorbachov, quien está dispuesto a ejercer un mayor amplio margen de maniobra, sometido siempre formalmente al mando del partido. La caída de Grigori Romanov, que se ocupaba de cuestiones de defensa como secretario del comité central, tiene relación, según las fuentes, con el retorno de Ogarkov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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