_
_
_
_
_

Uruguay celebra el fin de la dictadura de Gregorio Álvarez

Un prolongado concierto de cacerolas, seguido de una gigantesca concentración popular en el centro de la capital, marcó el fin anticipado de la dictadura uruguaya, representado por la aceptación de la dimisión del presidente Gregorio Álvarez. El Consejo de la Nación, máximo organismo creado por los militares después del golpe de Estado de 1973, fue el encargado de aceptar la dimisión del presidente y designar en su lugar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Adiego, quien ejercerá el cargo hasta el 1 de marzo, fecha en que asumirá el poder Julio María Sanguinetti.

El alejamiento de Álvarez del poder, si bien era un hecho esperado, dio lugar a muestras de satisfacción por parte de todos los partidos políticos y de la población en general, estimándose que significa un gran paso para el mejor advenimiento de la democracia.El breve período de Gobierno de Rafael Adiego -algo más de 15 días- contará con el asesoramiento de la casi totalidad de los actuales ministros, puesto que, aunque han dimitido, el nuevo mandatario les pedirá que permanezcan en sus cargos.

Los dos secretarios de Estado, cuya dimisión irreversible será efectivamente aceptada, abandonaron ya sus puestos. Los únicos militares que siguen desempeñando cargos ministeriales son el general Julio Rapella, en Interior, y el teniente general Pedro Alanco, en la Oficina de Planificación.

La salida legal que ha buscado el régimen militar es la más aceptable para los partidos políticos, los cuales consideraron que, si bien es ilógico pensar que la Constitución prevea el traspaso del poder de un régimen de facto a otro democrático, la designación del presidente de la Corte Suprema como presidente provisional del Estado es la fórmula que más se aproxima a lo que se establece en la carta fundamental.

Para Wilson Ferreira, principal líder de la oposición, los partidos "no avalan ni dejan de avalar los mecanismos internos del proceso". "Pero no vemos con malos ojos", añadió, "que un magistrado de carrera sea quien cubra los últimos días de este período".

Carlos Julio Pereyra, también del Partido Nacional, manifestó su alegría por esa renuncia "que significa de alguna manera facilitar el tránsito de un Gobierno de facto al Gobierno de derecho, pero lamento que fuera tan tarde".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Por parte del Partido Colorado, que ejercerá el próximo Gobierno, el diputado Luis Hierro comentó que la renuncia es un hecho que alegra a todos los uruguayos y simboliza realmente el fin de esta etapa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_