Dura reacción de Ferraro ante un diario que relaciona a sus padres con gángsteres
La candidata demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Geraldine Ferraro, reaccionó ayer con rabia ante la información publicada por un periódico neoyorquino en la que se decía que su padre, Dominic, tuvo relaciones con el mundo gansteril y que tanto él como su esposa, Antoinetta Ferraro, fueron detenidos por un asunto relacionado con el juego.Geraldine Ferraro declaró en conferencia de prensa que no sabía si la historia que publicaba The New York Post es cierta. "No se lo pregunté a mi madre y no lo voy a hacer", dijo antes de atacar al propietario del rotativo, el magnate australiano Rupert Murdoch, quien en los editoriales del periódico aboga por la reelección de Ronald Reagan.
Con los labios crispados, Ferraro dijo que "Rupert Murdoch es un individuo que, con todo su dinero, todo su poder y todos sus contactos con la Casa Blanca no llega a la altura de los zapatos de mi madre".
Ferraro hizo una apasionada defensa de su madre, y dijo que el último recuerdo de su padre se remonta a 1944 cuando ella entró en la habitación en la que él yacía: "Me miró, volvió su cara hacia mí y murió".
Antes de las manifestaciones de la candidata demócrata a la vicepresidencia, su consejero electoral declaró que toda la historia del Post era una basura, y su portavoz de prensa dijo: "Es mierda. Puede ponerlo así en los titulares. Es una historia de hace 40 años y no es relevante para la campaña", agregó.
El jefe de Local del rotativo no comparte este punto de vista. "Creemos que conocer las raíces de los candidatos es relevante. Si la gente escribe al periódico diciendo que el padre de Reagan era alcohólico, ¿es desleal mostrar las raíces de los demás?".
George Bush, vicepresidente norteamericano, también pasó otro mal momento ayer cuando el avión en que viajaba se disponía a aterrizar en Seatle, en el extremo noroeste de Estados Unidos, y tuvo que hacer una maniobra brusca para evitar el choque con una avioneta casi sobre la misma pista del aeropuerto. "Estábamos aterrorizados", comentó uno de los ocupantes del aparato.
Este es el segundo incidente de esta naturaleza que sufre el avión del vicepresidente en menos de tres semanas.
