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Los misiles soviéticos instalados en Checoslovaquia y la RDA sólo apuntan a objetivos norteamericanos

Los misiles nucleares soviéticos que se instalan actualmente en Checoslovaquia y en la República Democrática Alemana apuntan exclusivamente a objetivos militares norteamericanos en Europa occidental, incluidas las rampas de lanzamiento de misiles de la Alianza Atlántica. Este dato fue revelado por el jefe del Estado Mayor y viceministro de Defensa checoslovaco, Mihoslav Blalmik, en una entrevista publicada este fin de semana por el órgano del partido comunista de este país, Rude Pravo.

Blahnik anunció asimismo una modernización y mejora del sistema de defensa antiaérea checoslovaco. Si bien reconoció la carga que supone el rearme para la economía de Checoslovaquia, manifestó que las medidas son imprescindibles para garantizar "la seguridad nacional".El pasado día 21 de marzo el primer ministro checoslovaco, Lubomir Strougal, confirmó, por primera vez de forma oficial, el despliegue de misiles soviéticos en su territorio, en el marco de las medidas de represalia del bloque del Este por la instalación de los misiles Pershing 2 y de crucero en Europa occidental.

Agresión verbal a Occidente

El rearme del territorio checoslovaco ha ido acompañado en las últimas semanas de una gran agresividad verbal de las autoridades de Praga contra Occidente.Las protestas iniciales de la población contra este despliegue fueron silenciadas por completo tras unos primeros momentos de relativa tolerancia hacia las mismas. Objeto de los ataques de las autoridades comunistas de Praga no fueron esta vez sólo las bestias pardas tradicionales, es decir, Estados Unidos y sus aliados de la Alianza Atlántica, sino también el papa Juan Pablo II -calificado como el papa más reaccionario de la historia de la Iglesia- e incluso, y esto es más significativo, algunos países hermanos, miembros de la comunidad socialista.

Con el perceptible acercamiento entre las dos Alemanias, evidenciado por la proliferación de permisos de emigración a Occidente para ciudadanos de Alemania Oriental; el nuevo énfasis de Bulgaria por destacar el carácter nacional de sus relaciones exteriores, demostrado en la conferencia del partido comunista búlgaro a finales de marzo en Sofía; el tradicional neutralismo de la Rumanía de Nicolae Ceaucescu; la ya asentada vía autónoma de Hungría, y una Polonia a la defensiva, Checoslovaquia parece quedarse sola en sus violentas diatribas contra Occidente.

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