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CIENCIA

Carmina Virgili señala la voluntad oficial de superar el centralismo en política científica

En el marco de la exposición Catalunya en la España Moderna tuvo lugar, el pasado martes, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, una mesa redonda sobre La ciencia en la Cataluña de los años 80. Carmina Virgili, secretaria de Estado para Universidades e Investigación; Emilio Muñoz, director general de Política Científica; Manuel Font Altaba, catedrático de Cristalografía y representante en esta ocasión de la Generalitat; Antoni Lloret, físico nuclear miembro del CNRS francés; Antoni Prevosti, catedrático de Genética de la Universidad de Barcelona; Eduard Rodríguez, investigador en farmacología, y Joan Senent Josa, director de la revista catalana Ciencia, que presentó en Madrid por primera vez durante el acto, nos situaron en el aquí y ahora de la ciencia española dentro del marco de las autonomías, especialmente la catalana.Carmina Virgili planteó la necesidad de superar la política científica totalitaria y centralista del pasado mediante la "creación de un sistema integrado, orientado hacia el nuevo Estado de las autonomías". Informó de la creación de una comisión interministerial para investigación en la que estarían representados nueve ministerios y anunció el establecimiento de cuatro niveles de decisión organizados que permitirían articular la futura política científica.

En un símil gastronómico, señaló la importancia de "elaborar la tarta antes de repartirla", en lo que, dijo, deben participar las comunidades autónomas. "Es fundamental", apuntó, "que todos seamos conscientes del subdesarrollo y desorganización en que está sumida la investigación española".

Manuel Forit Altaba expuso, en representación de la Generalitat, los esfuerzos y los mínimos logros obtenidos en la comunidad autónoma catalana desde 1980, a falta de la ejecución real y definitiva de las transferencias en materia de investigación. Desde este mismo año de 1980 Cataluña cuenta con un órgano colegiado, el CIRIT (Comisión Interdepartamental de Investigación, Tecnología), capaz de establecer una política científica en Cataluña dentro de España.

En 1981, el CIRIT dispuso de un presupuesto irrisorio, 50 millones de pesetas, ampliado a 150 millones en 1982, y se espera que alcance los 600 en el año en curso.

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