Homenaje en Canarias a Eduardo Westerdahl
Al cabo de cincuenta años de labor como crítico de arte, uno de los más importantes de este país, Eduardo Westerdahl, acaba de recibir en su ciudad natal, Santa Cruz de Tenerife, la encomienda al mérito civil con que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha premiado su trayectoria intelectual, en medio de un acto de homenaje a su figura organizado por la Asociación Canaria de Amigos del Arte Contemporáneo.Westerdahl pertenece a una generación de escritores y artistas que jugó, coincidiendo con la II República, un papel decisivo en la cultura canaria. En 1932 fundó, junto al crítico Pérez Minik, el poeta García Cabrera y el escritor Agustín Espinosa, entre otros intelectuales de la época, la revista Gaceta de Arte, que se convirtió en una publicación de vanguardia en España. «Nuestra intención era proyectar las islas hacia el exterior y enviábamos la revista a gente tan diversa como Picasso, Kandinski y Freud», señala. En Alemania se termina de reimprimir en estos momentos la colección completa de Gaceta de Arte, para su reedición en dos volúmenes el próximo mes de marzo por la editorial Turner. Aquella revista había contado con la colaboración, desde París, del pintor surrealista canario Oscar Domínguez, que puso al grupo redactor de la misma en contacto con André Breton. «Llegamos a firmar un manifiesto surrealista, pero, en realidad, sólo nos interesaba este movimiento como fuente onírica de expansión del hombre. No éramos propiamente surrealistas», cuenta Westerdahl. Una de sus realizaciones más importantes fue, sin embargo, la organización en 1935, en Tenerife, de la primera exposición de arte surrealista celebrada en España.
A pesar de no haberlo conocido personalmente, Westerdahl mantuvo una frecuente correspondencia con Kandinski.
