Astrofísica en España
España va a ser uno de los países mejor dotados para hacer astrofísica experimental. Los escasos grupos españoles que ahora trabajan en esta rama de la ciencia están haciendo un notable esfuerzo para ponerse al día y conexionarse más estrechamente.El curso de astrofísica celebrado del 10 al 22 de julio en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, dirigido especialmente a posgraduados jóvenes y estudiantes de los últimos cursos de la especialidad, tenía como objetivo principal propiciar el conocimiento personal y el diálogo. El palacio de la Macdalena resulta un lucar ideal para ello.
Para dar coherencia al curso -la astrofísica es demasiado extensa- era necesario definir un área que sirviese de columna vertebral al mismo. Se eligió fotometría tratando de hallar un tema de base experimental de gran actualidad e interés científico y que implicase el mayor número de centros de investigación españoles.
Se buscó cuidadosiamente el profesorado teórico y experimental para dar una visión de la situación actual y posibilidades futuras de esta fructífera técnica astronómica: profesor G. Munch, del Instituto de Astrofísica de Heidelberg; profesor M. Smyth, del Observatorio Real de Edimburgo, profesor R. Canal, del Departamento de Física de la Tierra y del Cosmos de la Universidad Central de Barcelona; profesor C. Sánchez Maizro, del Instituto de Astrofísica de Canarias, profesor J. M. Quintana, del Instituto de Astrofísica de Andalucía; profesor M. Rego, de los grupos de Astrofísica de la CONIE; profesor F. Sánchez, del Instituto de Astrofísica de Canarias, y profesor E. Simoncau, del Laboratorio de Astrofísica Teórica del Instituto de Astrofisica de París; profesor M. Moles, del Laboratorio de Física Teórica del Instituto Henri Poincare de París; profesor A. Rolland, del Instituto de Astrofísica de Andalucía; profesor M. J. Fernández Figueroa, del Departamento de Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid. Su actuación ha sido muy adecuada y han tratado en sus conferencias los temas más candentes del momento (Pulsares, Novas y supernovas, Agujeros negros, Protoestrellas, Fuentes compactas de ravos X, Cuasares, Polvo cósmico, Moléculas interestelares, Tests cosmológicos, etcétera), sin perder de vista en la exposición las posibilidades presentes y futuras de la fotometría astronómica.
Como director del curso consideré obligado señalar a los no iniciados cosas tan obvias como importantes: que la astrofísica es algo por hacer y en pleno cambio; que para ser astrofísico es imprescindible saber física; que en la observación está la base de esta ciencia; que el conocimiento astronómico cae de lleno dentro de la lucha del hombre en busca de su identidad; que para hacer astrofísica hay que tener los pies bien plantados en la realidad física, pero la mente libre para pensar y para soñar.
En una reciente carta del presidente de Selence Research Council inglés, que no es astrónomo, dirigida al presidente del Consejo Superior de Investigaciones Cientlíficas español, decía, refiriéndose a la astrofísica: proporciona un ejemplo y materia de inspiracion para los jóvenes, especialmente al ser explicada por quienes han participado en su investigación.» Y después: «La formación en astrofísica de posgraduados está siendo particularmente fructífera como introducción a la investigación industrial.»
Resulta oportuno subrayar dichas ideas en estos momentos, antes de que, al vislumbrarse en España un excelente futuro para esta pometedora ciencia, comiencen a dejarse oír las insidiosas voces siempre en contra de la investigación científica susurrando despilfarros, incompetencias, agravios, etcétera.
