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Tribuna:Biónica y arquitectura
Tribuna
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Investigación de formas

La biónica fue definida por Jack E. Steele como la ciencia que trata de la construcción de sistemas artificiales que semejen o tengan características de los organismos (sistemas vivos). Así, pues, se trata de una tecnología interdisciplinar y no de una ciencia especializada.La cibernética, otra ciencia interdisciplinar, usa modelos de sistemas vivos. La biónica, con el fin de encontrar ideas para máquinas o sistemas artificiales; la cibernética, para establecer paralajes en el comportamiento, procesos lógicos en el tratamiento de la información.

La biónica (living-like machines) la podemos analizar desde dos aspectos: un aspecto plástico y otro no visual. Procesos como acumulación de energía, transmisión de datos (neuristors), procesos químicos, etcétera.

Dejando a un lado por estéril la mimesis directa de los organismos (robots humanoides, pájaros mecánicos, etcétera), la biónica establece símiles artificiales de las estructuras vivas mediante dos tipos de procedimientos: uno sería el digital o aritmético, que consistiría en establecer las relaciones numéricas que rigen el crecimiento y funcionamiento de los sistemas vivos, y la analogía, que entraría más en el campo de la geometría. La mimesis indirecta de la Naturaleza tiene la gran virtud de utilizar la experiencia de millones de años de evolución que presentan la mayoría de los seres vivos. Lo esencial es, pues, no copiar el detalle, sino entender los principios en que se basa el funcionamiento de las cosas de la Naturaleza.

Estructuras sensibles

En arquitectura la aplicación de esta disciplina es muy provechosa desde dos aspectos fundamentalmente: desde el aspecto de los sistemas estructurales, en su sentido geométrico, y en su sentido tensorial, el uso de los sistemas paralelos a los vivos es muy sugerente. Esta sería la base de las llamadas arquitecturas orgánicas, en las que el diseño imita, o al menos sugiere, formas de la Naturaleza, no ateniéndonos, por supuesto, al ornamento, que no tiene nada que ver con el lío y responde a otro nivel de planteamiento.

Así, por ejemplo, las estructuras ténsiles de Otto Frei recuerdan (y de hecho estructuralmente funcionan como) telas de araña, una de las estructuras naturales más sugestivas. El modelo orgánico es una constante en la arquitectura de F. Ll. Wright, no tanto en el nivel puramente formal como en el funcional. En el caso de la arquitectura gótica, «el empuje vertical, combinado con la tendencia a la economía de materia pesada que dimana necesariamente de ella, producirá, por convergencia, proporciones, modulaciones que recuerdan las de la vida, las del crecimiento armónico. La naturaleza orgánica se afirma, por lo demás, en los detalles de ornamentación, bajo una forma a la vez simbólica y realista» (Matila Ghyka: Estética de las proposiciones en la Naturaleza y en las artes).

Relaciones armónicas

El otro aspecto es el relativo a las relaciones armónicas en los sistemas vivos, y su transferencia a los sistemas artificiales. Pitágoras había ya observado que no sólo todo concepto, todo hecho geométrico, tenía como correspondiente un hecho, una ley aritmética paralela, sino que toda armonía (comenzando por la armonía musical) dependía de una proporción, de una relación numérica; siguiendo, con M. Ghyka: «Pero en la envoltura, la huella, la sombra de la materia tanto inorgánica como viva, percibida en cuanto forma, estructura o ritmo, reaparecen los números, y allí hemos encontrado que ciertos números, referencias y reflejos, que ciertas notaciones no pertenecen más que a la vida» (op. cit.).

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