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Faustino Cordón: el pensamiento general y el dialéctico

Tal vez lo más notable del libro que nos ocupa sea un esfuerzo continuo por elevarse al pensamiento más generalizador, sin perder el contacto con los hechos concretos, bien al contrario, con la constante guía de ellos. Es una construcción teórica edificada sobre la ciencia experimental. Este esfuerzo teorizador, tan descuidado por la ciencia moderna, polarizada hacia la búsqueda del dato o aplicación concretos, constituye, sin embargo, la tarea genuina de la ciencia que persigue la comprensión teórica de la naturaleza, no sólo para prever resultados, sino para conseguir una interpretación cada vez más coherente de los fenómenos naturales.En el libro se impone a primera vista el esfuerzo por someter a unidad teórica el conjunto de la evolución biológica; esto es, trascender las leyes generales a todos los seres vivos que subyacen debajo de la diversidad riquísima y, a primera vista, inextricable. Pero en esta breve nota deseamos glosar un par de aspectos hacia nuestra acción de la realidad en general.

Un primer aspecto es profundizar en la concepción del movimiento clásico de la física en la que éste aparece desvinculado del agente, como si la realidad se limitara a sufrir el movimiento. La evolución biológica en la interpretación de Cordón aporta la noción de que los seres vivos son orígenes naturales de acción, focos de movimientos, que estructuran continuamente la realidad al nivel que a cada uno corresponde.

La extrapolación casi obligada de esta deducción biológica es la de que, en toda la realidad, los focos de acción que marcan las direcciones fundamentales de todo movimiento son los entes unitarios de los distintos niveles inorgánicos (energía radiante, partículas elementales, átomos, moléculas) que son, por tanto, los agentes (focos puntuales de acción), los protagonistas de la evolución cósmica.

Un segundo aspecto del pensamiento biológico a trascender a toda la realidad, es el concepto del ser vivo definido por un organismo, sede de su individualidad, extendido por un campo físico unitario (coherente), producido por organismos de nivel inferior, campo físico que para hacerse unitario ha de estar enfrentado (por mediación de los inferiores) con el proceso energético de toda la realidad, la capacidad de experiencia, si se quiere, de conciencia. Unas observaciones del filósofo García Bacca, completaría este punto de vista: «El viviente vive sus partes, como suyas, es decir: de tal un Todo; que vivir es vivirse cual Todo en el Todo y cual Todo en cada una de sus partes.»

Focos de conciencia elementales

¿Cómo ha llegado a producirse este fenómeno? Nuestra conciencia humana se remite, surge (de un modo que el libro procura explicar), de focos de conciencia del nivel inferior (el celular) y a su vez la conciencia de éste, de los del nivel protoplasmático, etcétera. En definitiva, la conciencia como capacidad de los seres vivos para adquirir experiencia, con la que dominan su medio (propia de los respectivos niveles), radica en toda la realidad como cualidad intrínseca de ésta. La conciencia es la realidad misma. La vida no es comprensible sin conciencia de los sucesivos niveles (la naturaleza es experimentable, porque es capaz de experimentar) y, a su vez, nuestra conciencia humana, ciertamente la culminante, sólo encuentra su explicación, de hecho, del resto de la realidad, estructuralizada en niveles de conciencia. Tales son las dos aportaciones fundamentales, de esta obra, a la concepción monista del mundo.Al afirmar Cordón que el universo está en un continuo y único proceso coherente, sienta las premisas de una biología dialéctica experimental. Como sabemos, Engels en su Dialéctica de la Naturaleza intentó establecer unas leyes generales al cosmos viviente: «Die ganze Natur als ewigen Fluss» (Toda la Naturaleza como una eterna corriente.) Pero esta hipótesis de Engels era una interpretación formal de la vida, que era necesario verificarla en el terreno práctico de la biología. Y esta es otra importante aportación que ha realizado Faustino Cordón en esta obra que nos ocupa.

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