Más revelaciones en Francia sobre el caso Broglie y sus conexiones con España
A comienzos de julio de 1970, el mismo día en que las Cortes españolas le dedicaron una reunión secreta al informe reservado sobre el asunto Matesa, a la que asistieron gran parte de los ministros del Gobierno, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, señor López Bravo, se encontraba en Luxemburgo. Allí, como es sabido, está domiciliada Sodetex, SA, la sociedad que presidía el príncipe Jean de Broglie y que, según el informe aludido, tenía por objeto facilitar las operaciones de Matesa.
El descubrimiento de la empresa que dirigió Vila Reyes en el cada día más complejo e inquietante affaire provocado por la muerte del diputado giscardiano asesinado el último 24 de diciembre, del que ayer dio noticia EL PAIS, ha aparecido también en algunos medios de información franceses, como el diario independiente Le Monde y el semanario satírico Le Canard Enchaine. Este nuevo factor enfoca lo más sustancial de las investigaciones sobre las actividades financieras del príncipe, que, por otra parte, parece que estaban ligadas entre bastidores a ciertos grupos políticos. Ayer, en esta capital preveían otros hallazgos sensacionales en el plano de la alta clase política a la que pertenecía Broglie.Según el semanario citado, De Broglie tuvo padrinos importantes que lo protegieron hace tiempo en momentos en que los inspectores de impuestos quisieron saber si pagaba al fisco debidamente. En 1972, Giscard d'Estaing, que era ministro de Finanzas, habría tenido que intervenir -aseguran sectores izquierdistas- para enterrar una investigación sobre el asunto.
Por otro lado, desde que se tuvo noticia de la conexión existente entre Matesa y Sodetex empezaron a surgir datos que ilustrarían las relaciones existentes entre el Opus Dei o algunos de sus miembros y personalidades pertenecientes al partido de los republicanos independientes de Giscard d'Estaing. Se aludió a los lazos que mantuvo con el Banco Popular Español el padre del presidente, Edmond Giscard d'Estaing, cuando este último dirigía la llamada Banca de los Intereses Franceses (BIF). En relación con este último punto se aseguró a EL PAIS que en 1962 el Banco Popular le compró a la BIF 34.900 acciones. Después, este banco francés desapareció del registro de comercio. Según una información llegada anoche a París, el señor Vila Reyes, en cuanto tuvo noticia de que Matesa volvía a la actualidad de la mano del asunto Broglie, exclamó: ¡Lo que nos faltaba!
La encuesta sobre el asesinato sigue dando lugar a divergencias profundas entre las declaraciones de la policía y las de la defensa de los presuntos cerebros de la operación. Contrariamente a lo que se afirmó en un principio, las acciones del restaurante de Reine Pedauque, objeto del préstamo del príncipe a sus dos consejeros, estaban en el Banco Wendel garantizando un descubierto del restaurante y no en manos de Broglie. En cuanto al policía Simone, organizador del asesinato, la Dirección General de la Policía Nacional publicó un comunicado en el que se decía: Su comportamiento y sus relaciones dieron lugar a «investigaciones discretas» de la policía judicial.
