Francia FRA
4
Rabiot 26',Giroud 31', 70',Kylian Mbappe 67'
Australia AUS
1
Craig Goodwin 8'
Finalizado

Francia se agarra a Rabiot

La vigente campeona del mundo remonta el 0-1 ante Australia gracias a la dirección del centrocampista de la Juventus en una noche poco productiva de Mbappé

Rabiot (izquierda), anotando el primer gol del encuentro entre Francia y Australia.MATTHEW CHILDS (REUTERS)

Ni Mbappé, ni Dembélé, ni Tchouameni. La esperanza de Francia en Qatar es Adrien Rabiot, el discutido mediocampista de la Juventus. Escoltado por el laborioso Griezmann, este jugador de larga zancada coordinó la remontada de su selección después de que Australia le metiera el primero. Muchos confunden a Rabiot con un vanidoso. No se percatan de que, pese a su aspecto de artista dramático, respeta los deberes fundamentales de ayuda al equipo en todos los órdenes del juego.

Soplaba una brisa fresca y el desierto de Al-Wakrah se perfumaba de cordero estofado y azahar. La noche árabe invita...

FRAFrancia
4
Lloris, Lucas (Theo Hernández, min. 12), Dayotchanculle Upamecano, Benjamin Pavard (Koundé, min. 88), Ibrahima Konate, Rabiot, Kylian Mbappe, Aurelien Tchouameni (Youssouf Fofana, min. 76), Ousmane Dembélé (Kingsley Coman, min. 76), Griezmann y Giroud (Marcus Thuram, min. 88)
AUSAustralia
1
Matthew Ryan, Harry Souttar, Aziz Eraltay, Nathaniel Atkinson (Milos Degenek, min. 84), Kye Rowles, Craig Goodwin (Garang Kuol, min. 72), Leckie, Irvine (Keanu Baccus, min. 84), Riley McGree (Awer Mabil, min. 72), Aaron Mooy y Mitchell Duke (Jason Cummings, min. 55)
Goles 0-1 min. 8: Craig Goodwin. 1-1 min. 26: Rabiot. 2-1 min. 31: Giroud. 3-1 min. 67: Kylian Mbappe. 4-1 min. 70: Giroud.
Árbitro Victor Gomes
Tarjetas amarillas Mitchell Duke (min. 54) , Irvine (min. 79) y Aaron Mooy (min. 94)

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Ni Mbappé, ni Dembélé, ni Tchouameni. La esperanza de Francia en Qatar es Adrien Rabiot, el discutido mediocampista de la Juventus. Escoltado por el laborioso Griezmann, este jugador de larga zancada coordinó la remontada de su selección después de que Australia le metiera el primero. Muchos confunden a Rabiot con un vanidoso. No se percatan de que, pese a su aspecto de artista dramático, respeta los deberes fundamentales de ayuda al equipo en todos los órdenes del juego.

Olivier Giroud intenta un disparo de chilena. MOLLY DARLINGTON (REUTERS)
Olivier Giroud remata de cabeza para anotar el cuarto gol de Francia.Elsa (Getty Images)
Giroud celebra el segundo gol de Francia.Ryan Pierse (Getty Images)
Adrien Rabiot anota el primer gol de los franceses, igualando el marcador.Francisco Seco (AP)
Adrien Rabiot celebra el primer gol de Francia.JEWEL SAMAD (AFP)
Lucas Hernández recibe asistencia por parte de los médicos.Christophe Ena (AP)
Craig Goodwin intenta irse de Ousmane Dembele.MATTHEW CHILDS (REUTERS)
Mbappé se lamenta tras un fallo. JEWEL SAMAD (AFP)
Craig Goodwin celebra tras marcar el gol de Australia.Thanassis Stavrakis (AP)
Disparo de Mbappé durante el partido de Francia frente a Australia.Ryan Pierse (Getty Images)
Tres jugadores franceses durante el calentamiento previo al partido.Ryan Pierse (Getty Images)
Aficionados franceses animan a sus jugadores antes del inicio del partido.Christophe Ena (AP)
Los jugadores franceses escuchan su himno nacional.Thanassis Stavrakis (AP)
Mbappé durante el calentamiento previo al partido.JEWEL SAMAD (AFP)
Vista general del estadio Al Janoub, en los momentos previos al partido.Pavel Golovkin (AP)

Soplaba una brisa fresca y el desierto de Al-Wakrah se perfumaba de cordero estofado y azahar. La noche árabe invitaba al hedonismo y cada cual hacía lo que podía. Los cataríes bebían té, los franceses y los australianos buscaban cerveza debajo de las piedras, y Didier Deschamps ponía a Olivier Giroud de nueve.

Qué placer más grande. Qué satisfacción más plena le proporciona al seleccionador francés ver a ese hombre de 90 kilos plantado en el área rival como una grúa a la que se le arrojen pelotas, a ver si descuelga alguna, o si empuja otra. Alrededor de Giroud se organizó Francia, que saltó al campo a ejecutar el primer artículo de su código, el código que le hizo campeona del Mundo en 2018: tirar centros. Todos los centros que sea posible, aunque más no sea para provocar confusión en las inmediaciones del tumultuario Giroud.

Puesto que Giroud es incapaz de darle continuidad al juego, y los centros son el recurso más fácil de defender para cualquier defensa profesional que se precie —sobre todo si juegan en equipos de secular tradición siderúrgica, como el Stoke o el Heart of Midlothian—, la mayoría de los balones acabaron en el adversario. Esto lo previó Deschamps, que no mandó presionar para volver a recuperar de inmediato sino que estableció sus líneas de cobertura a diez metros de su área. Para esperar, a ver si los australianos salían y se descomponían, y así crear espacios por donde volver a lanzar a Dembelé y a Mbappé a la carrera, previsiblemente exterior, ya que el medio no se despobló ni con un incendio.

Andaba Francia metida en la rueda de su propio ingenio cuando sucedió lo inesperado. Rowles, el tallo que juega en el Heart of Midlothian, cruzó un pase diagonal de 70 metros. La pelota sobrevoló todo el bloque francés y se depositó a la espalda de Lucas Hernández, que se giró sin tiempo a interponerse ante Leckie. El extremo recortó hacia dentro y Lucas, en el intento de rectificación, sintió una punzada en la rodilla. Desplomado el lateral, Leckie centró al segundo palo de Lloris, por donde apareció el otro extremo, Goodwin para empujarla con el interior. Un gol de manual de escuela de fútbol del siglo pasado, o incluso de la época victoriana, puso a Deschamps a circular de brazos cruzados frente a su banquillo mientras mandaba calentar a Theo, hermano de Lucas.

Desatada la crisis, agobiado Deschamps y silenciada la hinchada en el fondo norte, se revelaron las verdades. Primero, que Mbappé interpretó mal su papel, y en lugar de buscar el desmarque hacia la portería, se acomodó en la banda, donde Atkinson e Irvine le dejaron correr sin destino hacia la línea de fondo, la pérdida, o el centro. Segundo, que puestos a buscar soluciones, nadie las encontró mejores ni más brillantes que Griezmann y, sobre todo, Rabiot. Entre los dos fueron hilando el juego con pases que no solo mantuvieron a raya a la oposición sino que permitieron que Tchouameni, Upamecano, Konaté y Mbappé encontraran su sitio y sus momentos. No necesitó más Francia para imponerse al débil adversario que le esperó metido en su área sin mirar al marcador.

Mbappé celebra el tercer gol de Francia.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

Sin Pogba ni Kanté, los líderes que consolidaron al campeón vigente, Rabiot recogió el testigo de conductor. Siguiendo una jugada cualquiera, otro centro de Theo, el interior de la Juventus cabeceó el 1-1 antes de que las malas sensaciones arraigaran entre sus compañeros. Fue como espantar fantasmas, memorias dolorosas que se remontan a la Eurocopa de 2021, completamente suprimidas cinco minutos después. Rabiot fabricó el 2-1 robando un balón, tirando la pared con Mbappé, y asistiendo a Giroud. El nueve hizo en el desierto de Qatar algo que no fue capaz de hacer en todo el Mundial de Rusia: rematar a puerta una vez. Solo tuvo que empujar el balón.

Sin nada que ofrecer más que una resistencia estéril, Australia se resignó a ser dominada. El partido languidecía cuando en la segunda mitad Mbappé metió el tercero a pase de Dembélé y Giroud el cuarto, de cabeza, como es de ley en el desierto de los centros a la olla.

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Clasificación
Grupo D PT PJ PG PE PP
1 3 1 1 0 0
2 1 1 0 1 0
3 1 1 0 1 0
4 0 1 0 0 1
Grupo D PT PJ PG PE PP
1 3 1 1 0 0
2 1 1 0 1 0
3 1 1 0 1 0
4 0 1 0 0 1

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