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La lista del Luis Enrique Fútbol Club: “Un equipo más que una selección”

Las inclusiones de Ansu Fati y Guillamón son las más relevantes de una convocatoria en la que la ausencia de Ramos refleja la intención del técnico de mantener el ambiente de la Eurocopa

España Mundial Qatar
Luis Enrique, con las imágenes de los jugadores convocados para el Mundial de Qatar 2022, este viernes en la Ciudad del Fútbol en Las Rozas.RFEF
Ladislao J. Moñino

En la penumbra del salón Luis Aragonés quebrada por el luminoso rojo con el logo mundialista, la figura de Luis Enrique emergió en un vídeo en el que anunció una lista de 26 jugadores basada en la cultura de equipo que ha trasladado a la selección. Diecinueve de los convocados participaron en la última Eurocopa. “Desde mi segunda incorporación a la selección, hemos creado un equipo más que una selección y estoy plenamente convencido de que vamos a poder dar guerra en Qatar. Esta es la selección de Luis Enrique. De miedo no vamos a morir”, afirmó el entrenador tras agradecer su aportación a los jugadores que han colaborado en la fase de clasificación y no han sido convocados.

Con una tropa en la que solo Carvajal, Alba, Busquets, Asensio, Azpilicueta, Asensio y Koke están curtidos en la exigencia competitiva de un Mundial, Luis Enrique tratará de abordar la conquista de la Copa del Mundo rodeado de futbolistas con más acné que cicatrices y barbas cerradas. Con Gavi, Pedri y el emergente Nico Williams como máximos exponentes de la frescura y el descaro que pretende insuflar el seleccionador.

Esta vez no hubo nombres que removieran los asientos de la prensa por inesperados. No entraron Balde, Cucurella ni Brais Méndez, que habían sonado en los días previos. Las inclusiones de Hugo Guillamón por Íñigo Martínez, de Ansu Fati, decidida a última hora de la noche del jueves, y la ausencia de Sergio Ramos, incluido en la prelista de 55, fueron lo más relevante de la relación de internacionales que se concentrarán el lunes en Las Rozas.

El que no haya contado con Ramos, sobre todo, refuerza la interpretación de que Luis Enrique no quiere romper el ecosistema de convivencia instaurado durante la pasada Eurocopa, en el que él es el líder supremo y Sergio Busquets un cabecilla más democrático que caciquil. La selección es el Luis Enrique Club de Fútbol, que se ha ocupado muy mucho de crear él mismo descartando futbolistas que podían ser elementos subversivos o distorsionadores del día a día y de la atrevida idea de juego instaurada. La cartelera de internacionales es un repertorio de soldados convencidos y entregados a la exigente propuesta del preparador asturiano.

“Me ha quedado una lista macanuda”, se congratuló el técnico con ese vocablo grácil, propio de las viñetas de Mortadelo y Filemón. Luis Enrique comenzó la disputa de la Copa del Mundo con las mismas sobredosis de autoestima con las que tratará de convencer a sus futbolistas de que es posible alcanzar para España su segundo entorchado Mundial. “Soy el mejor entrenador que puede haber en la faz de la tierra. No puedo tener dudas para transmitir las ideas a los jugadores. Soy el mejor seleccionador de la historia del fútbol”, se autoproclamó el seleccionador español. “Eso es lo que pienso, aunque luego en la realidad no sea así. Vendrán los palos, pero yo no puedo mostrar dudas”, advirtió. Se apreció un aire espídico y de sobreexcitación en su comparecencia. Destiló energía positiva en la mayoría de sus intervenciones y se preocupó de no tener una metedura de pata ante las cuestiones que se le planteaban. Otra cosa será si la convivencia se tensa durante el Mundial, si el juego y los resultados no acompañan.

Luis Enrique ha completado el cupo de 26 futbolistas permitidos por la FIFA al poder ser todos convocados para los partidos. Durante la Eurocopa, optó por 24 porque solo 23 podían sentarse en el banquillo. “Para nosotros, poder tener más jugadores en el banquillo implica soluciones para el equipo. Lo gestionaremos con sentido común y nada más. No es una competición para que todos los jugadores se vayan contentos a casa; toca ser competitivos y ayudar al equipo”, argumentó el técnico.

Polivalencia

La nueva normativa ha sido aprovechada por Luis Enrique para encajar a Ansu Fati a sabiendas de que la plena recuperación de su nivel futbolístico es una incógnita. “Su nivel es incuestionable. Ha pasado por un proceso difícil, de cambio, y hasta el último segundo he tenido dudas. La ilusión que tenemos es recuperar su mejor versión. Si está cerca, no lo sé, son dudas a despejar. Viéndolo entrenar sabré si su evolución es real. Creo que esto puede ser un estímulo grande”, abundó el técnico sobre el atacante del Barcelona.

En la federación sostienen que Fati puede ser un futbolista a utilizar como recurso en partidos trabados y para el propio Luis Enrique, también es una solución como falso nueve. Con Morata como único delantero de referencia, esta variante apunta a ser utilizada por el seleccionador en partidos o momentos puntuales. Aquí también entra la figura del renacido Marco Asensio. “Su posición es de banda derecha hacia dentro, pero tengo la corazonada de que como falso nueve puede ser un jugador impredecible”, dijo sobre el atacante madridista. El suyo es un empeño personal del seleccionador por recuperar a un futbolista que formaba parte de su ideario como jugador desequilibrante y necesario desde que se hizo cargo de la selección en septiembre de 2018. Relegado en su club, le dio una oportunidad en los partidos de junio y volvió a concederle otra oportunidad en septiembre. “Su momento crítico fue en la anterior convocatoria. Aunque no jugaba nada, decidimos traerlo. Cumplió en las obligaciones defensivas y ahora le ha dado la vuelta a su situación en su club”.

Para ese recurso del nueve mentiroso, Luis Enrique también cuenta con Dani Olmo y Ferran Torres. “Olmo lo hizo muy bien en las semifinales de la Eurocopa ante Italia y Ferran juega muchas veces en esa posición”, aclaró el técnico.

La versatilidad de Olmo y el propio Marco Asensio también le han valido al seleccionador para no considerar escasos el número de centrocampistas convocados. “Creo que con siete es suficiente porque Olmo puede jugar como interior, ya lo ha hecho con nosotros, y hasta Asensio puede jugar en esa posición”.

No le preocupa a Luis Enrique ni la edad ni el estado físico de Sergio Busquets, siempre y cuando el fútbol de la selección le genere un contexto de juego en el que no puedan salir a relucir sus problemas para correr hacia atrás. “Mi objetivo es convencer a Busquets para que juegue otro Mundial, no se lo digo de broma. Es como Rafa Nadal, nadie duda de su nivel. Si lo ponemos en las mejores circunstancias del juego que queremos hacer, es el mejor del mundo. Si jugamos a balón largo y demás, pues sufre, pero para nuestro estilo es el mejor mediocentro que existe”. Rodrigo Hernández, pivote del Manchester City, en el que Luis Enrique también tiene depositada mucha confianza, será el recambio natural de Busquets.

La polivalencia de Hugo Guillamón ha sido definitiva para que desplazara a Íñigo Martínez del cuarteto de centrales. “Le favorece haber jugado en dos posiciones en el Valencia. Favorece a su manera jugar. Lo hemos visto cosas interesantes como central y como pivote”, explicó Luis Enrique. El juego con el pie ha marcado la continuidad de la terna de porteros, Unai Simón, Robert Sánchez y David Raya. El resto de las elecciones responde a esa brigada de futbolistas que Luis Enrique considera apropiados para su idea y para hacer grupo. En ese sentido, para el seleccionador, pocos como Koke. “Con él no tengo ninguna duda: es una garantía para cualquier entrenador por lo que hace en el campo y por lo que le aporta al grupo”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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