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Mendilibar, el entrenador milagro

El Olympiacos elimina al Aston Villa y el técnico vasco logra su segunda final europea en menos de un año, ahora en la Conference League

Mendilibar da instrucciones en la banda durante el partido de vuelta ante el Aston Villa de las semifinales de la Conference League.
Mendilibar da instrucciones en la banda durante el partido de vuelta ante el Aston Villa de las semifinales de la Conference League.Louisa Gouliamaki (REUTERS)
Rafael Pineda

“Le he cogido el gustillo”, afirmaba José Luis Mendilibar, el técnico milagro del fútbol europeo, tras consumarse la clasificación del Olympiacos a la final de la Conference League después de eliminar al Aston Villa dirigido por Unai Emery. El equipo griego jugará la primera final europea de su historia tras derrotar por 2-0 al equipo inglés, cuarto de la Premier, con tantos de su delantero El Kaabi (10 goles en la Conference). En Inglaterra, el Olympiacos ya se había impuesto por 2-4 (6-2 en el total). Se enfrentará a la Fiorentina, en Atenas, su ciudad, el próximo 29 de mayo. Solo un equipo griego, el Panathinaikos, había logrado jugar una final europea. Perdió la Copa de Europa ante el Ajax de Johan Cruyff (2-0) en 1971.

Mendilibar ha hecho historia en el fútbol griego a sus 63 años y con 30 de experiencia en los banquillos. Mendi ha logrado, al mismo tiempo, su segundo pase a una final europea en menos de un año. Lo hizo el curso pasado con el Sevilla y acabó logrando el título frente a la Roma en la Liga Europa. Ahora ha tocado con el Olympiacos y ante este Aston Villa de Emery y, también, de Monchi, quien lo contrató para el Sevilla el curso pasado.

Mendilibar fichó por el Olympiacos el pasado mes de febrero, sustituyendo a Carlos Carvahal. Los helenos ya lo quisieron contratar en el pasado otoño, cuando salió del Sevilla, pero el vasco se resistió. Es su primera experiencia fuera de España.

El técnico, desde el principio, encajó como un guante en una entidad tan especial como la griega, con una afición entusiasta y propiedad de Evangelos Marinakis, un magnate naviero. “Desde que llegué tenía las mismas sensaciones que cuando afronté en el Sevilla la Liga Europa. Es bastante parecido todo”, admitía el técnico a su grupo de confianza después de eliminar en una eliminatoria muy igualada al Maccabi de Tel Aviv en los octavos de final (remontó con un 1-6 una derrota en casa de 1-4). Ya en la final, son siete las eliminatorias europeas que Mendi ha superado de forma consecutiva.

Para Mendilibar, eliminar al Aston Villa de Monchi ha supuesto un reto personal. El motivo es evidente. Monchi lo fichó para el Sevilla con el objetivo de salvar al equipo. No contaba con él para el siguiente proyecto en el club andaluz por su desconocimiento de herramientas como el famoso Big Data. El que acabó saliendo, finalmente, fue Monchi, y Mendilibar se quedó en el Sevilla, donde fue destituido en la séptima jornada. “Agradezco al Sevilla que me haya despedido porque así he podido llegar hasta aquí”, afirmó el propio Mendi en la previa del partido contra el Aston Villa. Ahora, sus íntimos saben lo bien que le ha sentado dejar en la cuneta al equipo de Monchi.

“Mendi es un tío simple, un tío normal. Es directo y llano. Sus ideas calan en el jugador”, afirma Vicente Iborra, ex del Sevilla entre otros equipos y jugador del Olympiacos. Un técnico peculiar, que huye de la tecnología y al que le cuesta expresarse en inglés a pesar de que su mujer es profesora de idiomas. En Grecia va siempre con un traductor y en el fabuloso viaje que está emprendiendo llaman la atención algunas anécdotas en su conducta. Por ejemplo, en la tanda de penaltis de cuartos de final ante el Fenerbahçe, Mendilibar se puso de espaldas durante todos los lanzamientos.

El entrenador está tan bien en Grecia que ha roto una de sus premisas básicas. Ha aceptado la renovación con el Olympiacos a pesar de que siempre ha renovado en sus equipos año tras año y en el mes de junio. Idolatrado por la afición y querido por los dirigentes y jugadores del club, Mendilibar apenas tendrá tiempo para festejar este pase a la final. Este domingo juega ante el PAOK un partido vital en el desenlace de la Liga griega. Su vida en Atenas se ha desarrollado entre su piso de alquiler y la ciudad deportiva del Olympiacos. Si gana la Conference, no podrá dar un paso por las calles de la milenaria capital helena.

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