PSV y Borussia aceleran, frenan y dejan todo para la vuelta
Tablas en un duelo que comenzó trepidante y decayó con un empate que deja la decisión de la eliminatoria para Dortmund
PSV Eindhoven y Borussia Dortmund empataron (1-1) y dejaron para su segunda cita la sentencia de un duelo que comenzó trepidante y decayó en cuanto el marcador igualado y la promisión del partido de vuelta en tierras germanas detuvo a unos y a otros. Se aceleró y se frenó en una eliminatoria que abre a los neerlandeses la opción de llegar a los cuartos de final de la Champions por primera vez en 17 años. Para el Borussia supondría situarse entre los ocho mejores de la competición por cuarta vez en la última década. Litigan dos clásicos, dos campeones continentales que conocieron mejores días, así que por ahora dejan más entretenimiento e incertidumbre que talento. Todo queda abierto.
El PSV dispone de menos poder económico, pero está en una dinámica ganadora y no se dejó dominar con facilidad. Invicto en la competición doméstica, apenas el Arsenal en la Champions y el Feyenoord en la Copa le habían derrotado en lo que va de temporada. El líder neerlandés podría jugar perfectamente en la Bundesliga: presiona, transita sin cesar y en ataque se apoya en el veterano De Jong que expone oficio para pivotar entre centrales y abrir espacios a sus llegadores, por ejemplo a Tillman, que pudo marcar en dos ocasiones antes del descanso. Quien lo hizo fue Malen, un extremo al que fichó el Borussia procedente de su rival tras abonar 30 millones de euros. Fue justo él, aplaudido por la que fue su afición, quien sacó fruto después de una emboscada del Borussia en la banda para recuperar la pelota y armar un ataque en tres pases. Malen definió con un disparo apenas sin ángulo que tuvo la habilidad de dirigir a la escuadra y evitar a Meyer, el portero suplente del equipo alemán, llamado a alistarse a escasos minutos del inicio del partido tras lesión del anunciado Kobel en el calentamiento.
El tanto llegó en el ecuador de la primera parte y apenas hubo respuesta del PSV porque todo lo que construyó topó con un ataque entre romo y cándido. Pero su único plan era insistir y nada más regresar del descanso lo hizo con tanta fe como constancia hasta que Hummels derribó en el área al inevitable Tillman. Luuk de Jong no perdonó desde los once metros y abrió un nuevo partido porque el Borussia aparcó sus prevenciones y el PSV sujetó un poco sus riendas, como si el empate no le pareciese un mal resultado. Se juntaron los locales en el manejo de la pelota, para minimizar el efecto de las transiciones de su rival, que se asomó al gol en alguna acción de estrategia. Los esfuerzos que había exigido el partido también contribuyeron a rebajar su ritmo. Al Borussia acabó por parecerle bien la propuesta de bandera blanca local, así que todo menguó. Se difuminaron ambiciones y aceleraciones con la vista en una sentencia que no se conocerá hasta el 13 de marzo a orillas del Ruhr.
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