El Barça se pasea ante el Rosengard y firma un pleno de victorias en sus tres primeros partidos en la Champions

Un duelo de viejos conocidos, un duelo de bajas y lesiones. Y un duelo sobre el frío césped artificial de Malmö (Suecia) ante 4.122 espectadores que no deshace la condición de invicto del Barcelona femenino esta temporada ni a las jóvenes promesas de La Masia. El equipo azulgrana sigue invencible en su camino por la Champions League tras vencer al Rosengard —último del grupo— en la tercera jornada de la competición europea por 0-6. Una victoria trámite que encarrila el billete a cuartos a pesar de las siete lesiones del conjunto de Jonatan Giráldez, y en la que celebra los 202 goles del equipo en la Liga de Campeones. Y una derrota para el Rosengard, que sigue condenado con tres choques perdidos en la Champions y seis bajas en su plantilla.

Movían los brazos y las piernas las jugadoras del Barça antes del pitido inicial para entrar en calor, recogiendo toda la temperatura posible para afrontar los seis grados bajo cero de sensación térmica. La defensa del Rosengard se plantaba como un bloque de hielo, y obligaban a las azulgranas a trabajar por fuera con Esmee Brughts y Mariona Caldentey. El equipo de Giráldez salía con ganas de probar la portería, atacando y activándose rápido tras los errores del equipo sueco. Pero Mariona pedía calma tras un disparo de Salma Paralluelo. El gol podía llegar en cualquier momento. Y aparecía a los 16 minutos del inicio tras un centro de Aitana Bonmatí y una diana en propia puerta de Jessica Wik.

Pero el Rosengard salía más atrevido con la pelota, hacía mella aprovechando las desconexiones del Barça por la banda derecha de Lucy Bronze, y Hanna Andersson se lanzaba a una contra que solo podía evitar Sandra Paños. A pesar de la dificultad para crear ocasiones claras y el ritmo de circulación bajo, la diferencia de nivel del Barcelona empezaba a pesar. Ona Batlle encontraba a Salma para meter el segundo gol, y Patri Guijarro hacía de las suyas marcando desde fuera del área sin opción para Mukasa justo antes de la media parte.

Con el partido controlado, el Barça se abandonaba a una marcha menos. Ni siquiera necesitaban reclamar en exceso un penalti no pitado a su favor, porque unos minutos después Aitana Bonmatí marcaba el cuarto gol para celebrar las 200 dianas del club azulgrana en la Champions. Y Mariona se vengaba del penalti con un tanto de la delantera desde los once metros.

Giráldez daba descanso a las titulares y reivindicaba la necesaria presencia de la cantera con Vicky López, Giulia Dragoni y Martina Fernández, que se estrenaba en la Champions con un gol en el descuento. Ni las lesiones ni el frío desviaban al Barcelona de un camino despejado en la Copa de Europa: el campeón pisa los cuartos de final un año más.

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