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Fernando Alonso: “En Aston Martin todos van como motos”

“Hace ocho meses [cuando firmó] hubiese dicho que no lograríamos ningún podio en este 2023, que con suerte lo conseguiríamos en 2024″, reconoció el asturiano, absolutamente exultante

Fernando Alonso celebra este domingo su tercer puesto en el GP de Baréin.
Fernando Alonso celebra este domingo su tercer puesto en el GP de Baréin.Ariel Schalit (AP)
Oriol Puigdemont

Este sábado, nada más terminar la cronometrada, Carlos Sainz dio la clave para terminar de entender la trayectoria que ha seguido Aston Martin en los últimos meses. “Todos sabemos que sus números, en el túnel de viento y en el simulador, son muy buenos. De hecho, creo que uno de los principales problemas que tuvieron fue el tratar de contener su sobreexcitación. Luego, llegaron a Baréin [en pretemporada] y confirmaron que están en la pelea con nosotros”, dijo el madrileño de Ferrari, este viernes, dando por buenos los augurios que colocaban a la escudería de Silverstone (Gran Bretaña) como la segunda más competitiva del momento, solo por detrás de Red Bull, que circula en otra dimensión.

Desde que decidió abandonar Ferrari con vistas a la temporada 2015, Fernando Alonso ha vivido en la pista como un tigre enjaulado, limitado primero por el McLaren más flojo de la historia de la compañía de Woking, y después por la idiosincrasia de Alpine, una escudería muy incómoda por el componente político que la atenaza. Con su llegada a Aston Martin, la mayoría del paddock vio ese movimiento como un intento a la desesperada de mantener un asiento en la parrilla del Mundial, a la espera de que el campeonato le terminara expulsando de forma natural por una cuestión de edad. Sin embargo, su llegada a Aston Martin le recoloca en una posición inimaginable cuando firmó su contrato hace ocho meses, en aquel Gran Premio de Hungría en el que Sebastian Vettel anunció su retirada.

“Esto es un sueño cumplido. Hace ocho meses [cuando firmó] hubiese dicho que no lograríamos ningún podio en este 2023, que con suerte lo conseguiríamos en 2024″, reconoció Alonso, absolutamente exultante. “Se ha adelantado todo, porque aquí dispusimos del segundo mejor coche, solo por detrás del Red Bull. El proyecto va muy bien y hay un gran ambiente. La energía que desprende todo el mundo es tremenda, en la fábrica todos van como motos”, añadió el bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006). “Siempre esperas dar un paso atrás y volver a la realidad. Pero creo que el rendimiento es real. Si somos rápidos en las dos próximas carreras (Yedda y Australia), 2023 será un buen año para nosotros”, argumentó el asturiano.

En condiciones normales, decir que Aston Martin tiene opciones de ganar el campeonato no es realista en estos momentos. Básicamente por la incuestionable superioridad de Red Bull, que en manos de Max Verstappen le sacó 38 segundos al primero del resto (Alonso). Sin embargo, mucho más factible es que se entrometa en la teórica pugna que deben mantener Ferrari y Mercedes por terminar justo detrás de la estructura del búfalo rojo. Sobre todo, si los primeros no resuelven sus problemas de fiabilidad y la altísima degradación de gomas que provoca su SF-23, y los segundos no le pillan el truco a un coche que, al margen de haber dejado de dar botes, sigue siendo igual de lento que el del año pasado. En esa coyuntura, Aston Martin se ha abierto un hueco por el que asomar la cabeza, aunque ahora está por ver qué deriva sigue la tropa de los bólidos verdes, algo que vendrá determinado por el desarrollo del prototipo con el avance del calendario. En este sentido es importante tener en cuenta que los malos resultados de 2022 –séptimo de diez equipos– juegan a su favor, dado que le conceden un 50% de tiempo de uso del túnel de viento al compararse, por ejemplo, con Red Bull.

“El futuro pinta bien”, resumió Mike Krack, director de la compañía de los deportivos con licencia para matar. “El coche es competitivo, de eso no hay duda. Ahora tenemos que lidiar con su desarrollo. Estamos compitiendo con los mejores, y ellos están acostumbrados a mantener una altísima intensidad en la evolución”, añadió el ejecutivo, ansioso por lo que aparece en el horizonte: en pocos meses está previsto que se terminen las instalaciones que Aston Martin está construyendo al lado de su fábrica actual, mientras que el año que viene debería estar listo el nuevo túnel de viento.

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